Esperan informe de la CIDH para el diálogo en Nicaragua
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes informó ayer de que reanudarán el diálogo nacional después que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presente un informe sobre la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua ante el Consejo Permanente de la OEA.
“Ese informe nos va a dar luces. Nosotros conocemos la situación, pero ese informe que se presentará mañana (viernes), servirá para tener luces”, dijo Brenes, también presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo del diálogo nacional, a periodistas.
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebrará este viernes una sesión extraordinaria para abordar el conflicto en este país centroamericano, que ha dejado al menos 200 muertos.
En esa sesión, la CIDH presentará un informe sobre su visita en mayo pasado a Nicaragua y los hallazgos y recomendaciones acerca de la crisis actual.
En su informe preliminar, presentado el 21 de mayo pasado, en Managua, la CIDH afirmó que en su visita de campo de cuatro días encontró evidencias de “graves violaciones de derechos humanos” con “al menos 76 personas muertas” entonces.
La Comisión instó al Estado de Nicaragua a implementar un total de 15 recomendaciones.
Entre esas medidas están el cese inmediato de la represión, el respeto y la garantía al derecho a la protesta y a la libertad de expresión, la creación de un mecanismo de investigación internacional sobre los hechos de violencia o la garantía de la vida, integridad y seguridad de todas las personas.
LAS FUERZAS ATACAN A DOS CIUDADES
Las fuerzas combinadas del Gobierno de Nicaragua invadieron ayer la ciudad colonial de Granada y se temen nuevos ataques, informó el obispo Jorge Solórzano, en el segundo operativo de este tipo tras el registrado este mismo jueves en la ciudad de Masaya.
“Denuncio que han entrado camionetas llenas de antimotines y paramilitares a nuestra ciudad de Granada”, dijo Solórzano, en redes sociales.
La invasión llegó pocas horas después de un ataque armado del Gobierno a la ciudad vecina de Masaya, hasta donde se trasladaron el cardenal Leopoldo Brenes, el obispo Silvio Báez y el nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag.