Italia bloquea decisiones de la UE sobre inmigración
El Gobierno italiano bloqueó ayer la adopción de conclusiones de los temas abordados en la primera sesión de trabajo de la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) hasta ver si es posible llegar a un acuerdo sobre política inmigratoria que satisfaga sus demandas.
Fuentes europeas indicaron que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, defendió en la reunión que debe aplicarse el principio de que “nada está acordado hasta que todo está acordado” y que Roma se reserva el derecho de evaluar su posición sobre todas las partes del documento final hasta que se conozcan las decisiones en inmigración.
Minutos después, el Consejo Europeo confirmó en un comunicado que “un Estado miembro reservó su posición sobre las conclusiones completas”, por lo que “no se ha acordado ninguna conclusión” hasta el momento.
Esto obligó a posponer hasta hoy, tras la segunda jornada de cumbre, la rueda de prensa del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, prevista inicialmente para ayer.
“Choques”
El debate sobre inmigración ha comenzado ya durante la cena de trabajo de los líderes y continuará tras la misma para acordar cambios en la gestión migratoria europea.
El objetivo es dar respuesta a una crisis que, admiten, es política y no de refugiados (las llegadas a la UE por el Mediterráneo se han reducido en un 96 por ciento desde la crisis de 2015). Conte, que preside un Gobierno integrado por los antisistema del Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga, ya había advertido a su llegada a la cumbre de que Italia no descartaba vetar el acuerdo si no obtenía garantías de una mayor solidaridad de sus socios.
“Italia no necesita declaraciones verbales, sino hechos concretos. Esta es la ocasión adecuada (...) En lo que a mí respecta, estoy dispuesto a sacar todas las consecuencias debidas”, dijo.
El nuevo Ejecutivo de coalición italiano, que abandera una retórica antiinmigración, está decidido a bloquear un acuerdo si no se recogen los puntos esenciales de su propuesta migratoria.
Para Italia, uno de los principales puntos de llegada a Europa de migrantes irregulares, el acuerdo sólo será posible si recoge la creación de centros para inmigrantes en países de origen y tránsito, reconoce que los desembarcos en Italia lo son en Europa y la responsabilidad debe ser compartida en la UE, apoya cambiar el sistema de Dublín que obliga a pedir asilo en el país de llegada y se prioriza la financiación para el Norte de África.
EUROPA DIVIDIDA
Tres años después de la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y pese a la reducción drástica de las llegadas de migrantes, la cuestión migratoria enfrenta de nuevo a los europeos, pese a su voluntad de dar, unidos, un nuevo impulso al bloque de cara a la salida de Reino Unido en marzo.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentó ayer el refuerzo de las fronteras exteriores y las plataformas en países terceros como una medida necesaria al problema.
MERKEL REITERA RECHAZO A MEDIDAS UNILATERALES
La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró ayer su rechazo a medidas nacionales unilaterales para hacer frente a la crisis migratoria y refrendó su apuesta por llegar a acuerdos con otros socios europeos.
“Mi divisa sigue siendo, no se deben tomar medidas unilaterales ni que perjudiquen a terceros, hay que buscar socios”, dijo Merkel.
Merkel tiene un disenso con su ministro de Interior, Horst Seehofer, en torno al manejo de la crisis migratoria que ha generado un conato de crisis dentro del Gobierno.
Seehofer quiere hacer que los refugiados que quieran entran a Alemania habiendo sido ya registrados en otros países europeos sean devueltos automáticamente en la frontera. El disenso entre Merkel y Seehofer hizo que la presentación de un plan maestro sobre la migración del Ministerio de Interior tuviera que ser aplazada y que se llegue a plantear incluso una posible destitución de Seehofer.