¿Cómo fue el arduo rescate de los niños y el entrenador en la cueva de Tailandia?
Los doce niños y su entrenador, atrapados desde el 23 de junio, fueron encontrados a casi cuatro kilómetros de la entrada principal en un tramo lleno de conductos estrechos y otros completamente inundados.
Dentro de la cueva y a kilómetro y medio de la entrada los equipos de rescate instalaron el puesto de comando en la llamada cámara 3.
Filmación de rescatistas israelíes en Tailandia al mando del capitán Lior Besalu !! Aprecien la dificultadad para entrar y después salir con estos niños !! De los ochos israelíes tres son los que ingresaron en la cueva !!
La prensa no menciona nada de israelíes!! pic.twitter.com/4v0J7nI0mR— Simy Benarroch (@SimyBenarroch) 10 de julio de 2018
En el tercer kilómetro al interior de la cueva se localiza la intersección del Monje; fue en ese lugar donde los rescatistas encontraron huellas de los menores.
Unos metros más adelante se encuentra el sector más complicado, un pasadizo en forma de “U” de 15 metros de largo y 5 de profundidad en el que se acumula agua, barro y escombros.
Para cruzarlo se tiene que librar el punto más estrecho, de unos 40 centímetros de ancho en el que los rescatistas deben retirarse el tanque de oxígeno para poder pasar.
Una vez superado este punto, los siguientes 400 metros pueden recorrerse a pie y en algunos lugares es necesario escalar, posteriormente son 130 metros de buceo para llegar a Playa Pattaya, el lugar donde inicialmente se creía que podían estar los menores.
Sin embargo, fue necesario bucear 400 metros más para llegar al islote en el que fueron encontrados el pasado 2 de julio.
Este recorrido, pero a la inversa, es el que tuvieron que hacer los menores con ayuda de los rescatistas para salir a la superficie y el procedimiento fue el siguiente:
Cada niño fue acompañado por dos buzos, uno adelante y otro atrás, que se guiaron con líneas de vida. El primero cargó el tanque de oxígeno del menor y lo guió a través de los pasadizos; el segundo era un apoyo en caso de que surgieran dificultades durante el recorrido.
Los niños que en esta semana recibieron clases de natación y buceo usaron máscaras que les cubrían toda la cara lo que les permitió respirar de forma natural.
La compleja operación de rescate comenzó a dar sus frutos el pasado domingo en la madrugada, cuando se logró salvar a cuatro de ellos. Fueron trasladados en helicóptero hasta el hospital provincial de Chiang Rai. Los primeros rescatados fueron trasladados en helicóptero hasta un hospital.
De la misma manera, los grupos de buzos rescataron ayer a otros cuatro niños de la cueva inundada. La lluvia monzónica que amenazaba con más inundaciones fue el principal desafío para los socorristas.
Sin embargo, tras días de ardua labor, los rescatistas completaron su heroica misión y sacaron con vida a los cuatro niños y el entrenador que hasta horas de la mañana aún aguardaban el socorro.
Esta operación de rescate, que ha atraído la atención de medios de comunicación de todo el mundo, fue seguida en las principales cadenas de televisión que dieron una amplia cobertura al acontecimiento, incluyendo conexiones en directo y actualizaciones periódicas.
Pese al éxito del rescate, Tailandia lamenta y llora el fallecimiento del suboficial de primera clase Saman Gunan, retirado de la fuerza de élite tailandesa Seal, que murió como un héroe, mientras participaba del operativo de rescate de los 12 niños y el entrenador. Tenía 37 años.
El hombre estaba retirado de las fuerzas y trabajaba en la empresa Airports of Thailand como oficial de seguridad en Suvarnabhumi, el aeropuerto internacional de Bangkok, la capital de Tailandia. Pero pidió permiso en su trabajo para poder colaborar con sus antiguos compañeros en la complicada misión de rescate, según Bangkok Post.