Dimiten en Perú dos altas autoridades por corrupción
EFE y AFP
Los presidentes del Poder Judicial de Perú, Duberlí Rodríguez, y del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Orlando Velásquez, renunciaron ayer a sus cargos de manera irrevocable, en medio de una crisis por casos de corrupción que implican a altos miembros de la Judicatura.
Una carta de Rodríguez hecha pública ayer explica que la renuncia se debe a “la crisis institucional que atraviesa el Poder Judicial”. Añadió que otras razones “serán expuestas en la novena sesión extraordinaria de la Sala Plena de la Corte Suprema”.
Medios locales indicaron que el magistrado fue conminado a tomar esa decisión en una reunión que sostuvo la noche del miércoles con los magistrados supremos y ante la posible publicación de otros audios que revelan más casos de corrupción en la Judicatura.
Poco antes, el presidente del CNM, Orlando Velásquez, convocó a rueda de prensa para también anunciar su renuncia, junto a otros dos miembros de esa institución, seriamente cuestionada por los casos de corrupción.
En su rueda de prensa, el magistrado señaló que han decidido dar “un paso al costado” luego de considerar que son un “obstáculo para lo que los moralistas quieren hacer”, tras indicar que en una presentación que hicieron el miércoles ante el Congreso no se aceptaron sus argumentos de defensa.
Según agregó, junto a él también presentaron su renuncia los consejeros Maritza Aragón y Hebert Marcelo.
El escándalo de corrupción se hizo público la pasada semana, con la publicación de una serie de escuchas telefónicas que revelaron una amplia red de tráfico de influencias, cohecho y prevaricación en las más altas instancias de la judicatura, que incluye a altos magistrados, empresarios y políticos.
LA CIUDADANÍA SALE EN PROTESTA
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, convocó a un pleno extraordinario del Congreso, que hoy decidirá si rechaza la renuncia y destituye a los magistrados.
Los casos de corrupción han generado un gran rechazo de la ciudadanía, que ayer salió en una manifestación nacional de protesta, que contó con el beneplácito del Presidente de la República.
Vizcarra sostuvo que “los próximos días, meses y años serán difíciles para Perú”, tras haberse puesto en evidencia el tráfico de influencias y la prevaricación del sistema judicial, mediante numerosos audios publicados por medios de comunicación.