Transporte protesta y Maduro baraja cuánto encarecer la gasolina
Los transportistas venezolanos se plantaron ayer con sus autobuses frente al Ministerio de Transporte en Caracas para protestar por la escasez de repuestos para vehículos en el país y reiteraron su rechazo al censo automotor que ha convocado el Gobierno para el subsidio de la gasolina.
Los conductores, que entregaron un documento en la sede del Ministerio para exigir repuestos, llevaron incluso a la protesta vehículos en los que se puede observar a simple vista las condiciones de desgaste de las unidades.
En tanto, se esperan respuestas más claras sobre el anunciado “uso racional de la gasolina”, para el que Maduro convocó a un censo nacional.
En Venezuela, con un dólar se pueden comprar 3,5 millones de litros de gasolina, un absurdo que el Gobierno pretende revertir con un posible ajuste del precio.
Maduro anunció el 29 de julio que revisará los precios y regulará su venta con el “carnet de la patria”, tarjeta electrónica para acceder a subsidios que la oposición ve como mecanismo de “control social”.
Un litro de gasolina de 91 octanos cuesta un bolívar y el de 95, seis. Pero sólo un huevo vale 200 mil bolívares por la hiperinflación, que el FMI proyecta en un millón por ciento para 2018. El dólar en el mercado negro se negocia a 3,5 millones de bolívares.
Los precios del combustible apenas cubren entre 2 y 4 por ciento del costo de producción, según expertos.
“Decir que se regala es poco, pagamos por echarla (...), tenemos que ir a un uso racional”, dice Maduro, quien por ahora se guarda los detalles de la medida.
Sin embargo, el tema es tabú desde “El Caracazo”, estallido social que se desató en 1989 por un alza en la gasolina, dejando 300 muertos en la capital y poblaciones vecinas, según cifras oficiales.
Aunque cuestionaba los bajísimos precios, el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) jamás los tocó, rezagándolos en un país inflacionario.
Maduro autorizó en 2016 el primer aumento en 20 años, de entre 1.328 y 6.566 por ciento, pero el valor siguió siendo irrisorio.
Nuevas medidas
La nueva revisión llega en momentos de asfixia, con una economía que no para de caer desde 2014.
El subsidio a la gasolina costó a Venezuela unos 10 mil millones de dólares anuales desde 2012, dice el especialista petrolero Luis Oliveros.
Esta millonaria subvención alimenta un agujero fiscal que el Gobierno financia emitiendo dinero, lo que propulsa la inflación, añade.
“Es mentira que el aumento de la gasolina sea inflacionario; el subsidio es hiperinflacionario”, apuntó el experto.
La situación se agrava con el desplome de la producción petrolera, de 3,2 a 1,5 millones de barriles diarios entre 2008 y 2018.
Por ello, la operatividad de las refinerías cayó y las importaciones de combustible se duplicaron. Como triste alivio, el consumo bajó, entre otros, por la salida de circulación de 90 por ciento del transporte público ante la falta de repuestos, según gremios.
UN CHANTAJE POLÍTICO
Según el economista Luis Vicente León, el Gobierno se cuidará de que la gasolina siga asequible a todos, con un subsidio mayor a quienes tengan el “carnet de la patria”.
La oposición denuncia que el documento es una forma de control del Gobierno para ampliar su base electoral, debilitada por la crisis.
HASTA MAÑANA, NUEVO CENSO AUTOMOTOR
EFE
El Gobierno inició ayer el censo del parque automotor en el país, una actividad que se prolongará hasta mañana, con el objetivo de regular el subsidio de la gasolina
El ministro de Transporte de Venezuela, Hipólito Abreu, aseguró que hay una participación “masiva”.
Según el ministro, hasta ayer más de medio millón de personas acudieron a los puntos de registro.
Para este censo se necesita el “carnet de la patria”, una tarjeta impulsada por el Gobierno para controlar los programas y ayudas sociales. De no tener la tarjeta, los venezolanos deberán tramitarlo en los puntos desplegados en estas mismas plazas.