El proyecto de legalización del aborto se desmorona en Argentina
EFE Y AFP
En medio de multitudinarias manifestaciones a favor y en contra en puertas del Parlamento, el Senado de Argentina protagonizaba ayer un histórico debate de un proyecto de ley para legalizar el aborto, una iniciativa que, hasta el cierre de esta edición, se inclinaba indiscutiblemente al rechazo, pese a que ya se le había dado el visto bueno en la Cámara de Diputados.
El debate comenzó en la mañana y se preveía que se prolongara hasta entrada la madrugada de hoy, cuando el proyecto sea sometido a la votación del cuerpo, de 72 miembros.
Sin embargo, tras contabilizarse las posiciones de los senadores en base a sus declaraciones públicas (38 votos en contra y 31 a favor), además del pronunciamiento de la presidenta de la Cámara, Gabriela Michetti, los medios de comunicación anticipaban el rechazo del Proyecto de Ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Ante esa situación de derrota anunciada, en la mañana, pareció ganar terreno una propuesta alternativa “de emergencia” de reducir de 14 a 12 las semanas en que se podría despenalizar el aborto, pero a media tarde las gestiones se empantanaron. La alternativa de “despenalización” no resultó tentadora ni para los detractores de la “legalización” ni para buena parte de los promotores del proyecto que se votó en Diputados.
“No podemos conformar a la gente con migajas”, dijo la chaqueña Inés Pilatti Vegara, integrante de la bancada kirchnerista. El bloque que lidera la senadora y expresidenta argentina Cristina Kirchner nunca formó parte de las gestiones para avanzar con la despenalización.
El proyecto, que por años fue impulsado sin éxito por fuerzas de izquierda y grupos feministas, comenzó a tratarse en el Congreso este año luego de que el presidente Mauricio Macri habilitara el debate al dejar en libertad de acción a los parlamentarios del frente gobernante Cambiemos.
Al igual que ocurrió en la cámara de Diputados, las posiciones de los senadores fueron individuales y no respondieron a líneas partidistas.
La aprobación en el Senado habría obligado a convertir el proyecto en ley, y Macri ya había adelantado que la promulgaría.
De consolidarse el rechazo, el proyecto se caerá por lo que resta del año, aunque podrá volver a presentarse en marzo, cuando arranque el período parlamentario 2019. Si es así, tendrá que volver a pasar por las instancias que ya superó. Una aprobación con modificaciones obligaba a regresar el proyecto a Diputados para un nuevo debate.
Sin embargo, sectores a favor de la ley evalúan convocar un referendo en caso de que la iniciativa sea rechazada.
“Cuando hay una Cámara que opina de una manera y otra que piensa de otra manera, en caso de que sea rechazado, demuestra que la representación del pueblo está dividida”, adelantó Daniel Lipovetzky, diputado del oficialista Cambiemos que tuvo a su cargo el debate en la cámara baja.
A la espera del resultado, que se anticipa negativo, dos manifestaciones colman los alrededores del Congreso en Buenos Aires, separadas por dos vallados. Pañuelos verdes identifican a quienes están por “el derecho a elegir” y el color celeste a quienes rechazan la ley.
En la noche, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, ofició una misa en la catedral, retransmitida desde una pantalla gigante ubicada en una desierta Plaza de Mayo, a un kilómetro de la sede del Senado.
PRINCIPALES CONTENIDOS DEL PROYECTO DEBATIDO
Actualmente, la ley argentina sólo permite el aborto cuando el embarazo es fruto de violación o peligra la vida de la madre.
La iniciativa, aprobada en Diputados y rechazada en el Senado, garantizaba el aborto dentro de las 14 semanas de gestación “con el solo requerimiento de la mujer”.
Uno de los principales argumentos de quienes apoyan el aborto “seguro, legal y gratuito” es que en Argentina se realizan 500 mil abortos clandestinos al año, cifra objetada por numerosos especialistas que comparecieron en la Cámara Alta.
SE MOVILIZARON TAMBIÉN EN COCHABAMBA Y LA PAZ
Los Tiempos
El tratamiento del proyecto para despenalizar el aborto en Argentina estuvo acompañado ayer de movilizaciones a favor y en contra en Cochabamba y La Paz, además de ciudades de otras partes del mundo.
En Cochabamba, una veintena de activistas protagonizaron una ola de pañuelos verdes en la plaza principal.
“Nos sumamos a esta causa porque esta problemática traspasa las fronteras. Estamos acá haciendo conocer la realidad de las mujeres bolivianas en nuestro país, donde el aborto sigue siendo clandestino”, dijo la activista Abigail Plaza.
En la misma plaza, otro grupo rechazó la legalización del aborto. “Lo que a nosotros nos molesta es la injerencia de estas feministas que se llaman las autoconvocadas, que están viajando por Latinoamérica exigiendo el aborto legal”, dijo la presidenta de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Vida y la Familia, Sonia Vera.
Manifestaciones como éstas se vivieron también en La Paz, y en ciudades de toda Latinoamérica.