Abdo acusa de “abuso de poder” a Venezuela y Nicaragua
Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, lanzó duras críticas a los Gobiernos de Venezuela y Nicaragua, a los que acusó de “abusos de poder”, al asumir ayer como nuevo presidente de Paraguay.
“Expresamos nuestra solidaridad con los pueblos de Venezuela y Nicaragua frente a los abusos del poder. Nuestras voces libertarias no callarán. Paraguay no va a mantenerse indiferente ante el sufrimiento de estos pueblos hermanos”, dijo.
“Es hora de dejar a un lado la hipocresía y levantar la voz ante las injusticias”, remarcó.
A la ceremonia de toma de mando asistieron los presidentes Mauricio Macri, de Argentina; Michel Temer, de Brasil; Tabaré Vázquez, de Uruguay; Evo Morales, de Bolivia; Iván Duque, de Colombia; Jimmy Morales, de Guatemala, y Tsia Ing Wen, de Taiwán.
“La integridad, el tráfico de drogas y el crimen transnacional siguen siendo flagelos en nuestro país y en la región. Vamos a trabajar incansablemente con los países aliados para combatir con fuerza el crimen”, prometió Abdo. “No es aceptable que nuestras fronteras sigan siendo espacios para el florecimiento de organizaciones criminales”, indicó.
Abdo tiene el reto de llegar a acuerdos con la oposición, pues carece de mayoría plena en el Congreso. “Su partido se halla profundamente dividido y la oposición lo podrá acompañar si sus proyectos son genuinos, democráticos y si demuestra que su gobierno es aperturista”, dijo el líder opositor Miguel Saguier, del partido Liberal.
El partido Colorado cuenta con 17 de 45 senadores y 41 de los 80 diputados.
Las diferencias entre colorados son tan hondas que el saliente mandatario Horacio Cartes, de su mismo partido, no estuvo en la ceremonia ni tampoco siete senadores y 20 diputados de su corriente política.
También se ausentaron los parlamentarios del izquierdista Frente Amplio encabezados por su líder, el exobispo católico y expresidente Fernando Lugo.
NUEVAMENTE EL PARTIDO COLORADO
Abdo, especialista en marketing formado en Estados Unidos, estará en el poder los próximos cinco años junto al conservador Partido Colorado.
Recibirá un país estable en términos económicos, pero con manifestaciones ciudadanas en aumento por casos de corrupción que involucran mayormente a legisladores del oficialismo.