Víctimas de abusos en Irlanda, decepcionadas con mensaje del Papa
Dublín
El activista irlandés Colm O’Gorman, víctima de abusos sexuales cometidos por el clero en ese país, afirmó ayer que el mensaje lanzado por el papa Francisco a los supervivientes en Dublín es un “vergonzoso intento” de evitar asumir su responsabilidad.
O’Gorman, director también de Amnistía Internacional (AI) en Irlanda, consideró que el Pontífice tenía la “oportunidad perfecta” para abordar este asunto, en la primera jornada del viaje de dos días que efectúa a la isla para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.
“Una oportunidad para hablar claro, para decir la verdad a la gente de Irlanda. De nuevo, se ha negado a hacerlo. Aún peor, ha desviado la atención extraordinariamente”, escribió el activista en su cuenta de Twitter.
El papa Francisco se reunió ayer durante una hora y media con ocho víctimas de abusos por parte del clero irlandés. La cita, que había sido anunciada por el Vaticano en vísperas del viaje, se celebró en la nunciatura de la capital irlandesa durante un momento de pausa en la agenda del Pontífice argentino.
La reunión fue “con ocho víctimas de abusos por parte del clero, de religiosos e institucionales”, informó el portavoz del Vaticano, Greg Burke.
En un comunicado de la Coalición de los Hogares Madre e Hijos de Irlanda, dos personas de este grupo que participaron en el encuentro explicaron que Francisco condenó la corrupción y los encubrimientos y los calificó de “caca”, y que el intérprete se lo tradujo como “aquello que se hace en el baño” para usar un eufemismo.
Entre ellos estuvieron Marie Collins, que formó parte de la Pontifica Comisión para la protección de menores creada por el papa Francisco y que la abandonó en protesta, al considerar que se estaban frenando sus actividades.
Otras víctimas presentes fueron los reverendos Patrick McCafferty y Joe McDonald, Damian O’Farrel, Paul Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fathy, mientras que otra víctima, prefirió quedar en el anonimato.
Clodagh Malone, que nació en la Casa de la Madre e Hijos de San Patricio en Dublín y fue adoptada a las 10 semanas, “solicitó al Papa que declarara clara y públicamente que las madres naturales que perdieron a sus bebés por adopción no habían hecho nada malo y pidió reconciliación y reunión para estas familias que fueron destrozadas por la Iglesia católica tanto en Irlanda como en España y en el resto del mundo”.
“El Papa acordó incluir el mensaje en su misa de mañana (hoy)”, aseguró en la nota.
Redmond, nacido en el Hogar de Castlepollard y adoptado a los 17 días, pidió al Papa que se reclame a las monjas que dirigían estos lugares “que acepten sus responsabilidades por el horror que sucedió durante generaciones en los hogares” y que paguen los costes de las investigaciones.
En declaraciones a los medios, O’Gorman también opinó que, en su intervención en el Castillo de Dublín, Francisco se dirigió a “los fieles”, en vez de a toda la ciudadanía, como le correspondería, según él, por su papel de “jefe de Estado” del Vaticano.
“Podía habernos hablado a todos de una manera contundente, clara, franca, humana, accesible. Claramente, rehusó hacerlo. Francamente, es una gran vergüenza”, agregó.
El Papa reconoció ayer en Dublín el fracaso de la Iglesia irlandesa en afrontar adecuadamente lo que denominó “crímenes repugnantes de los abusos” a menores y pidió esfuerzos para adoptar normas severas para que no se vuelvan a repetir.
Francisco efectuó esas declaraciones en un discurso a las autoridades en el Castillo de Dublín, después de la intervención del primer ministro irlandés, Leo Varadkar, quien le pidió que use su “influencia” y su “posición de mando” para que la Iglesia colabore en el esclarecimiento de todos los casos pendientes y futuros.
“Las heridas siguen abiertas y hay mucho por hacer para que las víctimas y los sobrevivientes obtengan justicia, verdad y curación. Santo Padre, le pido utilizar su posición y su influencia para que esto se haga aquí en Irlanda y en el mundo entero”, declaró Leo Varadkar.
REACCIONES
Protestas en las calles de Irlanda
Varios grupos de víctimas de los abusos cometidos por el clero en Irlanda organizaron ayer protestas en Dublín, en la primera jornada del viaje de dos días que efectúa Francisco a este país.
Uno de esos actos transcurrió frente al Castillo de Dublín. La protesta fue organizada por la irlandesa Margaret McGuckin, superviviente de los abusos cometidos por religiosas en el internado Casa de Nazaret e impulsora de uno de los órganos estatales de investigación de casos históricos de abusos.
“El Papa tiene ahora que dar la cara y hacer algo por las víctimas. Necesitamos que se concedan compensaciones, necesitamos que la Iglesia se responsabilice”, declaró McGuckin a los medios.
SEPA MÁS
Acusan a la Iglesia de encubrir a los autores
Desde 2002, más de 14.500 personas se han declarado víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda. La jerarquía católica irlandesa ha sido acusada de haber cubierto a centenares de estos sacerdotes.
Escándalos hicieron tambalear a la iglesia
El catálogo de miles de casos de abusos cometidos por el clero en este país, recogidos en varias investigaciones oficiales desde 2009, ha dañado la imagen de la Iglesia en Irlanda y su influencia y apoyo ha decaído significativamente. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, recordó el lado “oscuro” de la Iglesia que dio pie al abuso de menores y mujeres por parte de algunos de sus miembros.