Macri lanza duro ajuste fiscal para contener la crisis en Argentina
El presidente argentino Mauricio Macri dio ayer un paso a la desesperada. Llegó al poder con la promesa de que no habría ajuste, una palabra que provoca pesadillas a los argentinos, y ahora ha hecho todo lo contrario.
Anunció un plan que sube impuestos y recorta gastos del Estado para contener el déficit y recuperar la confianza de los mercados.
Los exportadores, los más beneficiados por la depreciación del peso, pagarán una retención extra de hasta 10 por ciento por cada dólar que reciban. Al mismo tiempo, el Gobierno reducirá sus costos operativos con la eliminación de 11 ministerios de un total de 22. La fórmula dejará en el haber 9.000 millones de dólares hasta diciembre de 2019.
Las dudas sobre la capacidad de Argentina para acomodar sus cuentas y cumplir con sus obligaciones de deuda aceleraron la crisis financiera.
El jueves pasado, el Gobierno subió los tipos de interés hasta el 60 por ciento para frenar la espiral descendente del peso, que perdió 16 por ciento de su valor en sólo un día.
Macri prometió entonces a los inversores que en 2019 reducirá a cero el déficit. Enfrenta una tarea titánica: este año, el Estado tendrá un rojo de 2,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Para alcanzar las metas, Macri pidió ayuda al sector que más benefició cuando llegó al Gobierno, en diciembre de 2015. El campo, fuente de la mayor parte de los ingresos de divisas internacionales, acordó con el nuevo Gobierno una reducción gradual de las retenciones y luego ganó competitividad por la devaluación del peso. De poco sirvieron ahora sus intentos por detener la subida de impuestos.
La decisión de Macri de gravar las exportaciones da una idea de la dimensión de la crisis, luego de prometer durante meses que no tocaría las retenciones. En la memoria del mandatario está aún la crisis política que enfrentó la expresidenta Cristina Fernández en 2009, cuando los productores rechazaron una subida de impuestos con barricadas que paralizaron el comercio de granos.
“Le vamos a pedir a los que más aportan a la economía, los que exportan, un impuesto malo, malísimo, que va en contra de lo que queremos fomentar. Pero les tengo que pedir que entiendan que es una emergencia y necesitamos de su apoyo”, dijo el Presidente.
La subida de impuestos no sólo afecta al campo, sino a todo el sector exportador, aunque con diferencias por sectores. El Gobierno gravará las exportaciones primarias —en las que figuran soja, maíz y trigo, los tres principales cultivos— con cuatro pesos (casi 0,10 centavos de dólar) por cada dólar exportado y con tres pesos (0,08 centavos de dólar) por dólar a las demás, como las industriales y servicios. Con el impuesto espera recaudar 60.000 millones de pesos extras (1.500 millones de dólares) hasta diciembre y 280.000 millones de pesos (unos 7.200 millones de dólares) en 2019, equivalente al 1 por ciento del PIB.
Macri habló en un mensaje grabado y aseguró que implementará un cambio “de raíz” en su senda, marcada desde el inicio de su gestión por el llamado gradualismo económico a la hora de acometer reformas y que agrega ahora una apuesta por el rápido equilibrio fiscal antes de entrar en año electoral.
“Le pedimos al mundo que nos apoyara con un cambio gradual, y es muy positivo que lo hizo desde el principio. El mercado también lo hizo durante dos años”, dijo Macri antes de referirse a complicaciones que estaban “fuera del control” del Gobierno.
El aumento del precio del petróleo y de las tasas de interés, la denominada “batalla comercial” entre China y EEUU e incluso el reciente escándalo por supuestos sobornos en los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), que “afecta a la imagen del país y genera más dudas”, fueron algunos de los problemas que señaló Macri.
FUSIÓN DE MINISTERIOS
Los ministerios de Medio Ambiente y Turismo quedarán a cargo de la jefatura de Gabinete, es decir, de Marcos Peña. Además, las carteras de Educación, Cultura y Tecnología se convertirán en un solo ministerio a cargo de Alfonso Finocchaiaro; Salud y Seguridad Social también se fusionarán. Las reparticiones de Interior, Seguridad, Justicia, Defensa, Hacienda y Transporte continuarán como ministerios independientes con las mismas autoridades. El Ministerio de Energía ahora dependerá de Hacienda; y Modernización, Agroindustria y Trabajo ahora serán parte de Producción.
JUICIO CONTRA FERNÁNDEZ
La justicia argentina fijó ayer para el 26 de febrero próximo el inicio del primer juicio por presunta corrupción que deberá enfrentar la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), acusada de encabezar una asociación ilícita y fraude en la concesión de obra pública.
El juicio oral contra la actual senadora -procesada ya en cinco casos más- tendrá lugar en el Tribunal Oral Federal N° 2, integrado por los magistrados Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Jorge Tassara.
Fernández ha negado en multitud de ocasiones los cargos que se le imputan.
EL GOBIERNO URUGUAYO BUSCA TRANSMITIR CALMA
AFP
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, dijo ayer que su país está “muy sólido” ante la crisis en Argentina, en tanto la vicepresidenta Lucía Topolansky calificó de “brutal” el acuerdo entre Buenos Aires y el FMI.
El mandatario buscó transmitir “total tranquilidad” a los uruguayos, señalando que “Uruguay está muy sólido desde el punto de vista financiero y económico” y sostuvo que “va a seguir creciendo”.
Vázquez señaló que tampoco estima necesario revisar el presupuesto que el Gobierno envió para aprobación al Congreso, y que prevé un crecimiento de 2,5 por ciento en 2018 y 3,3 por ciento en 2019, cifras que no se condicen con las proyecciones de analistas privados.
Uruguay lucha contra un abultado déficit fiscal de 4 por ciento del PIB y este combate depende en buena medida de la recaudación, que a su vez está supeditada a la actividad económica.
De su lado, la vicepresidenta, Lucía Topolansky, calificó de “brutal” el “compromiso que se firmó” por parte de Argentina “con el FMI, que deja al país endeudado no sé por cuántos años”.
Uruguay es altamente dependiente del turismo argentino. Y cuando se acerca la temporada estival, decidió reinstaurar una devolución del IVA de 22% a las compras con tarjeta de crédito por parte de visitantes extranjeros, en los rubros de restauración, alojamientos y alquiler de vehículos.
LA CNC ADVIERTE FUERTES CONSECUENCIAS EN BOLIVIA
REDACCIÓN CENTRAL
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia (CNC), Marco Antonio Salinas, expresó su preocupación por el posible efecto grave que tendrá la crisis argentina en la economía nacional.
“El tema de Argentina es gravísimo, no solamente en el tema de las divisas, seguro vamos a tener un contrabando muchos más importante de la Argentina que va a perjudicar a los empresarios bolivianos, además que todos los socios comerciales argentinos están devaluados, lo cual hace que nuestros productos sean cada vez menos competitivos porque nosotros no devaluamos”, dijo.
Como expresión de la crisis argentina, Salinas dijo que el país, que es socio comercial de Bolivia en tema energético, está retrasado hasta el momento en tres meses en el pago del gas. A esto se suma que están cayendo las remesas que envían los bolivianos, entre otros.
“El efecto económico de la crisis argentina es muy grande para Bolivia”, sostuvo
LA CGT Y OPOSITORES RECHAZAN LAS MEDIDAS
EFE
La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera, y la oposición criticaron con dureza las medidas de “ajuste”.
En un comunicado, el consejo directivo de la CGT expresó su “preocupación” por los “efectos sociales, laborales y económicos” que provocarán las medidas anunciadas por el Ejecutivo en “respuesta a la grave crisis cambiaria, económica y política” que atraviesa Argentina.
La CGT rechazó que “la degradación política de la problemática del trabajo y la salud de los trabajadores sea valorada como un ahorro de la administración”.
“Advertimos que no toleraremos más despidos en la administración pública ni el sector privado. Basta de ajuste sobre los trabajadores y los que menos tienen”, añadió la central, que días atrás ya había convocado a una huelga general para el próximo día 25 en protesta.
En tanto, distintos sectores de la oposición criticaron las medidas económicas.
“Habla Macri y vestido con una oscuridad funeraria anuncia el ajuste del ajuste. Más de lo mismo que da pésimos resultados. Argentina necesita cambiar el rumbo”, dijo el diputado kirchnerista Agustín Rossi.
El también diputado kirchnerista Daniel Filmus consideró que “es muy preocupante que Macri siga proponiendo el mismo programa para terminar con la crisis que provocó su propio plan económico”.
“No habla de trabajo, de desarrollo, de producción ni de aliviar el sufrimiento del pueblo, sino de lo difíciles que fueron los últimos meses para él”, lamentó.
Por su parte, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, dijo que tiene “importantes diferencias” con el Gobierno, pero se mostró dispuesto a colaborar en la coyuntura de crisis.
ANÁLISIS
Rodrigo García. Periodista de EFE
Macri busca evitar un abrupto final de su Gobierno
Mauricio Macri ha tenido que cambiar el discurso triunfalista que hasta hace unos meses tenía respecto al crecimiento de la economía para asumir una crisis cuya resolución es clave para salvar al país, evitar un abrupto final de su Gobierno y acabar con el tópico de que Argentina “no tiene arreglo”.
“Argentina ya fue víctima de estas políticas neoliberales y ahora da cuenta de este momento, donde parecería un fin de ciclo”, cuenta el economista Pablo Tigani, para quien la “fórmula” económica del macrismo ya se probó en 2001 -año en que se estableció el llamado corralito bancario durante la peor crisis del país- y durante la última dictadura (1976-1983), y no funcionó. Casualidad o no, en la actual democracia ningún Presidente no peronista ha concluido su mandato.