Venezuela acusa a funcionarios de la ONU de promover "intervención" extranjera
Caracas acusó hoy a funcionarios de Naciones Unidas de justificar una "intervención internacional" mediante la exageración del número de migrantes venezolanos, que el gobierno cifró por primera vez en 600.000 en los dos últimos años.
"Claro que un grupo de venezolanos, producto de las guarimbas (disturbios), de la violencia, de la agresión, del bloqueo financiero del gobierno de Estados Unidos (...), quisieron probar suerte en el exterior y más del 90% están arrepentidos, de un grupo que no pasa de 600.000 venezolanos que han salido en los últimos dos años", dijo el presidente Nicolás Maduro.
Al ofrecer por primera vez un balance oficial sobre la diáspora, Maduro aseguró que se trata de "cifras comprobables, certificadas y serias".
Más temprano la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, dijo que el gobierno se comunicó con el secretario general (de la ONU), Antonio Guterres, "para manifestar nuestra preocupación de que funcionarios de forma aislada estén prestándose" para "convertir un flujo migratorio normal en una crisis humanitaria justificadora de una intervención".
"Han hecho valer como propios (...) datos que aportan gobiernos de países enemigos", agregó la funcionaria en rueda de prensa, acompañada por su hermano Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación.
La vicepresidenta no identificó a los funcionarios de la ONU señalados, como tampoco a los países enemigos, aunque lanzó una andanada contra el llamado Grupo de Lima, integrado por naciones críticas del gobierno de Nicolás Maduro.
Cifras opuestas
Este lunes, en Quito, trece países de Latinoamérica empezaron a debatir fórmulas para regularizar a los migrantes que huyen de la grave crisis venezolana -reflejada en hiperinflación y escasez de alimentos y medicinas- y obtener fondos extranjeros.
Las cifras de migrantes del gobierno socialista distan enormemente de las de Naciones Unidas. Según el organismo, unos 2,3 millones de venezolanos viven en el exterior, de los cuales 1,6 millones abandonaron su país desde 2015. Venezuela niega que se trate de una crisis humanitaria.
"Han tomado el tema de la migración como una campaña, hoy lo denunciaba la vicepresidenta ejecutiva, una campaña de mentira, falsedades, con números falsos. Venezuela es el tercer país receptor de migrantes de toda América y es el penúltimo país de dónde salen migrantes", recalcó Maduro durante una cadena obligatoria de radio y televisión.
La vicepresidenta denunció que "la peor crisis humanitaria que vive hoy el mundo es la causada por la OTAN, por países de la Unión Europea, en África y Medio Oriente", y pidió a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, "rigor" y no hacerse eco de "fake news (noticias falsas)".
Rodríguez citó un informe de Naciones Unidas según el cual unos 1.600 refugiados han muerto en 2018 en "camino a Europa".
Asimismo, descalificó las peticiones de fondos de la comunidad internacional para la atención de migrantes venezolanos en América Latina.
En particular acusó a Colombia de usar a Venezuela para "vivir" de ayuda internacional: "Son unos chulos, unos vividores", dijo, mientras su hermano, el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez, denunció una campaña de xenofobia contra los venezolanos en países latinoamericanos.
"Da asco que centros de poder de Ecuador, Perú, Colombia se hayan dedicado a sembrar delitos de odio contra venezolanos", aseveró el ministro, quien asegura que unos cinco millones de colombianos viven en Venezuela.
Sin embargo, la cancillería de Colombia estima en unos 940.000 los colombianos residentes en el país vecino. El más reciente censo hecho en Venezuela, en 2011, los cifró en 721.000.
