Senadores de EEUU proponen ley integral para crisis venezolana
Un nuevo proyecto de ley integral para atajar la crisis de Venezuela fue presentado ayer en el Congreso de EEUU por un grupo bipartidista de senadores, con el que pretenden aumentar la presión “política, económica y diplomática” contra el Gobierno de Nicolás Maduro, y proveer ayuda al pueblo venezolano.
El proyecto de ley, que fue adelantado a Efe, propone varias secciones de respuesta a la crisis venezolana, desde un aumento de las sanciones a determinados agentes del Gobierno venezolano y su deuda soberana, hasta dos provisiones de asistencia valoradas en un total de 40 millones de dólares y un aumento de los esfuerzos diplomáticos.
La propuesta, titulada Ley de Ayuda Humanitaria, Reconstrucción y Estado de Derecho en Venezuela de 2018, se trata del proyecto legislativo más amplio de los abordados por el Congreso estadounidense para atajar la situación del país caribeño.
Según explicó Frank Mora, director del Instituto de Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de Miami y conocedor del texto legislativo, su importancia radica en que la iniciativa va más allá de las sanciones.
“El Congreso llena un vacío estratégico, viendo el problema desde un punto de vista más amplio”, apuntó el experto, quien insistió en que las sanciones que hasta ahora ha impuesto el presidente de EEUU, Donald Trump, contra ciertos individuos “son necesarias, pero no suficientes”.
La propuesta legislativa está liderada por el senador demócrata Bob Menendez, a quien se han sumado los también demócratas Bill Nelson, Dick Durbin y Ben Cardin, además de los republicanos Marco Rubio, John Cornyn y David Purdue, y su implementación depende de la aprobación de las dos cámaras del Congreso de EEUU.
“La legislación bipartidista de hoy es la respuesta más integral, más significativa hasta la fecha, y proporciona la ayuda humanitaria y política y la presión económica necesarias para colocar el país de vuelta en el camino a la democracia”, apuntó Menéndez, ante el anuncio.
Por su parte, Rubio consideró que “es vital” para EEUU y sus socios “proporcionar ayuda humanitaria directa al pueblo venezolano”, y subrayó el carácter bipartidista de una ley, cuyo objetivo es “garantizar” que tanto el Gobierno estadounidense como sus aliados “estén preparados para ayudar a restablecer el Estado de derecho en Venezuela”.
En cuanto a la ayuda humanitaria para el pueblo venezolano, la legislación autorizaría 20 millones de dólares de asistencia para la crisis interna del país, y otros 20 millones adicionales para los Estados vecinos, que se enfrentan “a los desafíos” del crecimiento de la migración venezolana.
También otorga 14,5 millones dólares para “apoyar a la sociedad civil democrática” y medio millón para la observación internacional de futuras elecciones democráticas.
Asimismo, requiere que el Departamento de Estado realice una conferencia de donantes para coordinar la financiación internacional ante la crisis Venezuela, y garantiza el apoyo a los esfuerzos en las Naciones Unidas al respecto.
INVESTIGAN A TRES PAÍSES
El Gobierno venezolano anunció ayer que investiga la “presunta complicidad” de funcionarios de las embajadas de México, Colombia y Chile en el país en el atentado con explosivos del cual salió ileso a principios de agosto pasado el presidente Maduro y por el cual hay 28 detenidos.
A través de un comunicado, la Cancillería venezolana señala que “funcionarios de las embajadas de Colombia, Chile y México presuntamente prestaron o habrían estado dispuestos a prestar colaboración” a varios de los involucrados en el atentado, una información que ya divulgó ayer el Gobierno de Maduro.
Los Gobiernos de Colombia, Chile y México rechazaron de forma inmediata estas acusaciones que “carecen de todo fundamento”, según dijo el domingo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
ESPAÑA SE QUEJA ANTE LA OEA
España elevó ayer una queja ante la OEA rechazando los “insultos” de su secretario general, Luis Almagro, al exjefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Almagro acusó a Rodríguez Zapatero de tener “un problema muy grande de comprensión” y dándole un consejo: “Que no sea imbécil”.