La UE confía en alcanzar un acuerdo sobre el “brexit”
Los mandatarios europeos advirtieron ayer a su par británica, Theresa May, que no tienen más concesiones en las negociaciones del “brexit”, pero expresaron su confianza en poder alcanzar un acuerdo antes del divorcio previsto para marzo.
“Hemos identificado todos los escenarios desde un punto de vista técnico. El elemento clave para un acuerdo final está del lado británico. El elemento clave es un compromiso político británico”, declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de dos días de cumbre en Bruselas.
Los europeos esperaban “propuestas concretas” de May para desbloquear la negociación, encallada en cómo evitar el retorno de una frontera clásica entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda. Aunque no lo lograron, constataron un clima más positivo entre ambas partes.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se mostró así confiado en que Londres y Bruselas están “más cerca de soluciones finales y de un acuerdo”, si bien preciso que su visión es “más emotiva que racional”.
“Pero las emociones cuentan también en política”, agregó.
El único resultado de la cumbre es la puerta abierta por Theresa May a una eventual extensión del período de transición a partir del divorcio previsto el 29 de marzo, una prolongación que “probablemente se hará”, según el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El objetivo de esta extensión es doble. Por un lado, rebajar la tensión sobre la cuestión de Irlanda para poder lograr un acuerdo de divorcio y, a su vez, dar tiempo a ambas partes para negociar y ratificar la futura relación comercial entre Reino Unido y sus todavía 27 socios.
IRLANDA E IRLANDA DEL NORTE
Las negociaciones del “brexit” se encuentran bloqueadas en cómo mantener la fluidez de circulación de bienes entre Irlanda e Irlanda del Norte, preservando a su vez el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998.
Las propuestas de Londres, como la de crear un “arreglo aduanero temporal”, no logran convencer a la UE, que ve en ellas un intento de obtener un “acceso a la carta” a su espacio económico y un ataque a la integridad de su mercado único.
Tanto Londres y Bruselas se preparan así a enfrentar las consecuencias de un eventual “brexit” sin acuerdo.