Francia se blinda para evitar caos en protestas
El Gobierno del presidente francés Emmanuel Macron redoblaba sus esfuerzos ayer para evitar un nuevo estallido de violencia en las protestas de los “chalecos amarillos” previstas para mañana, en un clima de descontento general que se extiende a otros sectores.
Las convocatorias a manifestarse mañana proliferaban en las redes sociales, despertando temores entre las autoridades de que se repitan las escenas de caos que dieron la vuelta al mundo el fin de semana pasado.
Para prevenir nuevos desmanes, las autoridades instaron a todas las tiendas y restaurantes de la avenida de los Campos Elíseos a cerrar sus puertas el sábado. La Torre Eiffel, la ópera de París y una decena de museos de la capital, incluyendo el Grand Palais y las Catacumbas, tampoco abrirán al público.
Los cierres preventivos no se limitaban a la capital. En Burdeos (oeste), donde se produjeron también choques violentos la semana pasada, la Alcaldía anunció el cierre de una decena de museos.
Además, cinco partidos de la liga francesa de fútbol fueron aplazados.
Las autoridades anunciaron también el despliegue de “recursos excepcionales” para asistir a los 65.000 policías que estarán movilizados en todo el país el sábado.
“Tenemos razones para temer una gran violencia”, advirtió la presidencia francesa.
Los “chalecos amarillos”, que se movilizan desde hace tres semanas, rechazaron las primeras concesiones hechas por el Gobierno, que consideran insuficientes, y muchos de ellos están determinados a retomar la capital mañana.
“Macron pateó el hormiguero, la gente pensó que iba a cambiar las cosas y aumentar el poder adquisitivo, y pasó todo lo contrario”, estima Joël, un jubilado de 66 años entrevistado por la AFP en un piquete cerca de Metz (este).
ANUNCIAN UNA MOCIÓN DE CENSURA
Los partidos de izquierda en el Parlamento francés presentarán el próximo lunes una moción de censura contra el Gobierno por su gestión de la crisis de los “chalecos amarillos” y para presentar que “otra vía es posible”.
Según anunció ayer el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, la moción de censura tiene el respaldo de La Francia Insumisa (izquierda radical) y del Partido Comunista, aunque desean que otros grupos se sumen a su iniciativa en la Asamblea Nacional.
Los diputados deberán votar en la Asamblea Nacional la moción de censura al menos 48 horas después de su presentación.