La favorita de Merkel es elegida presidenta del CDU
El partido conservador alemán CDU escogió ayer el camino de la continuidad al elegir como su líder a Annegret Kramp-Karrenbauer, una seguidora fiel de Angela Merkel que entrega las riendas del partido tras 18 años de reinado.
La votación resultó ajustada y podría augurar futuras dificultadas para mantener la cohesión de este movimiento que ha dirigido la primera economía europea durante 50 de los últimos 70 años.
La actual número dos de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU), de 56 años, se impuso con el 51,7 por ciento de los votos durante el congreso de Hamburgo, frente a un rival interno a Merkel, Friederich Merz. Este último pretendía dar un giro claramente a la derecha respecto al rumbo centrista impuesto desde hace 18 años por la canciller.
El nombramiento Kramp-Karrenbauer, conocida por sus iniciales “AKK”, abre las puertas de la cancillería a la considerada como “Merkel bis”, desconocida hace un año en Alemania.
Y aumenta también las posibilidades que Merkel consiga terminar su mandato de canciller en 2021, como así pretende.
Kramp-Karrenbauer madre de tres hijos, que ha hecho casi toda su carrera en Sarre (suroeste), ha asumido en general la política centrista de Angela Merkel, mientras que sus dos rivales abogan por un giro a la derecha para recuperar a los electores que cambiaron su voto a favor de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que entró hace un año en el Parlamento alemán.
MANTENER EL NORTE CON VALORES
En su discurso, la secretaria general pidió mantener “el norte” y proteger sus valores cristianos y democráticos.
También se defendió de ser una “Merkel bis”. “Soy la que soy”, proclamó en referencia también a sus posiciones más radicales que las de la canciller en algunos temas sociales o de inmigración.
La CDU necesita más que nunca un nuevo impulso, por lo que los analistas consideran que Kramp-Karrenbauer podrá conseguirlo en base al trabajo de todos.
EL FIN DE UNA FRUCTÍFERA ERA AL MANDO DE MERKEL
EFE
La Canciller alemana, apodada cariñosamente en el pasado como “Mutti” (Mamá) por la prensa alemana, tuvo que renunciar al liderazgo de la CDU tras los resultados negativos de dos elecciones regionales.
Pero antes de ceder el relevo, Merkel defendió con firmeza ayer su herencia política, a pesar de las críticas que recibe tanto en Alemania como fuera de sus fronteras, especialmente sobre la cuestión de los migrantes.
Alemania aceptó abrir las puertas del país y acoger a más de un millón de sirios e iraquíes entre 2015 y 2016, una decisión cuyo efecto devastador fue el ascenso del AfD.
“En estos momentos no deberíamos olvidar nuestros valores cristiano-demócratas”, advirtió la canciller alemana.
Con 64 años, después de 13 años al frente de la principal potencia económica y política europea, Merkel puede formar un buen tándem con AKK hasta 2021, aunque hay obstáculos que pueden provocar una salida anticipada.