La pobreza, migración y guerras, temas relegados en la cumbre G20
La pobreza que padecen alrededor de 736 millones de personas en el mundo, los desafíos migratorios que enfrentan actualmente a varios países y las guerras que desangran a Siria y Yemen fueron tres problemas que no tuvieron abordaje global durante la cumbre del G20 que se efectúo la semana pasada en Argentina.
La declaración final no tuvo una sola alusión directa al a lucha contra la pobreza, si bien se abordaron ítems que hacen al problema, como el desarrollo, infantil, salud y empleo.
La erradicación de la pobreza es el primero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 impulsada por Naciones Unidas en 2015, que fue respaldada por todos los Estados miembros.
Aunque el texto final del G20 incluyó una vaga referencia a este programa de la ONU, lo hace sólo como “marco” para el avance de “liderar la transformación hacia el desarrollo sostenible”.
El G20 dedicó en su declaración sólo tres de sus 31 puntos al tema de las crisis migratorias, un resultado que aparece como muy modesto en relación a un problema que afecta actualmente al mundo entero. El analista político Roberto Covarrubias deploró que estos tres problemas endémicos no hayan tenido la atención necesaria.
Dijo que con esta actitud los 20 jefes de Estado reunidos en Buenos Aires no pueden ser los representantes de millones de personas que padecen la pobreza, las guerras internas y la decisión de migrar de poblaciones enteras por miedo a la violencia o las guerras en sus países de origen.
Migraciones
En América, la salida masiva de venezolanos que huyen de la crisis político-social afecta a los países del sur del continente, mientras que la violencia en Centroamérica empujó a miles de personas hacia EEUU.
Por su parte, en Europa el desplazamiento de refugiados desde Oriente Medio y África no ha cesado desde la crisis migratoria de 2015, que llevó entonces al cierre de sus fronteras internas y externas.
En Asia, la persecución de los rohingyas en Myanmar produjo también un éxodo de medio millón de personas hacia los países vecinos.
“Tomamos nota de las políticas y tendencias anuales de migración y desplazamiento internacionales de 2018”, indicó el punto 16 de la declaración firmada en la capital argentina, que afirmó que el tema será tratado “bajo la próxima presidencia”.
El abordaje de estos dos grandes problemas quedó postergado hasta la próxima cumbre del G20 que se llevará a cabo en 2019, en la ciudad japonesa de Osaka.
Guerras civiles
Ninguna mención hubo tampoco a la guerra civil que desde hace siete años sufre Siria, un conflicto sin final anunciado que ya dejó más de 350.000 muertos y obligó a más de 6,5 millones de personas a refugiarse en otros países.
Más de 10.000 civiles murieron desde entonces en el conflicto sirio, que también provocó la muerte de unos 85.000 niños menores de cinco años por malnutrición, y en el que más de 14 millones de personas están en riesgo de sufrir una hambruna, según la ONU.
Pero, al igual que con Siria, la guerra en Yemen también quedó marginada del documento final del G20 y apenas fue abordada entre los mandatarios.
Para el periodista argentino Ricardo Cruz, el no haberse tomado en cuenta las guerras que tienen gran connotación social es una muestra de que a las potencias mundiales lo que más les interesa es el aspecto económico.
Mientras tanto, varios países en el mundo se desangran en guerras civiles ante la mirada pasiva de los integrantes del G20.
ARGENTINA EN LA VIDRIERA MUNDIAL
El encuentro del G20 en colocó a la Argentina en la vidriera mundial, en el papel de anfitrión de una cumbre que le posibilitó al presidente Mauricio Macri, ponerse mano a mano con los líderes del mundo, y poder plantearles directamente cuáles son las necesidades de un país que requiere de mayores oportunidades comerciales para explotar todo su potencial.
“El mundo nos ha dado un lugar”, resumió Macri al cerrar el evento, satisfecho porque todo había salido de acuerdo a lo planificado durante un año.
ARGENTINOS CONTRA EL FMI Y EEUU
Durante los dos días del evento, miles de argentinos expresaron pacíficamente su molestia contra el G20.
Con grandes pancartas con mensajes como “Fuera Trump” y “Fuera el FMI”, los manifestantes recorrieron las céntricas avenidas de la capital porteña.
En plena crisis económica y tras suscribir un acuerdo por 56.000 millones de dólares con el FMI, Buenos Aires se ha visto sacudida a lo largo de este año por múltiples manifestaciones masivas en reclamo de mejoras salariales y otras reivindicaciones.
Datos: Agencias e Internet
ANÁLISIS
Jorge arteaga. Periodista y analista chileno
La cumbre del G20 entra en un proceso de desgaste
Creado en 2008 como un mecanismo para regular los mercados financieros internacionales, en medio de una galopante crisis mundial, está claro que el formato del G20 ha entrado en una etapa de desgaste. La dificultad es que muchos de los presidentes y jefes de Estado que se sientan a la mesa de negociaciones han perdido la voluntad política para conseguir estas respuestas.
El aislamiento, el nacionalismo y el proteccionismo han aumentado después de la crisis financiera, supuestamente como consecuencia de la globalización rampante.
En Buenos Aires, el tema de la equidad tributaria fue pospuesto, una vez más, por insistencia de Estados Unidos, hasta el próximo encuentro de Osaka de 2019.