Buscan cómplices del terrorista de Estrasburgo
La tensión decayó ayer en Estrasburgo, después de que anteanoche la Policía abatió a Chérif Chekatt, el autor del atentado del pasado día 11 contra el mercado navideño de la ciudad que permaneció dos días en paradero desconocido lo que mantuvo en vilo a ciudadanos e investigadores, centrados ahora en determinar si tuvo cómplices.
La cifra de muertos se elevó ayer a cuatro con el fallecimiento de uno de los heridos (periodista italiano), mientras que otra víctima se encuentra en estado de muerte cerebral.
Otras 11 personas fueron alcanzadas por los disparos del terrorista o apuñaladas y resultaron heridas de diversa consideración, aunque ya no se teme por su vida e incluso cuatro ya han abandonado el hospital.
Una vez fuera de combate el terrorista, el esfuerzo policial se concentra en reconstruir sus últimas 48 horas para determinar si contó con cómplices para cometer el atentado y en su posterior fuga, según indicó el fiscal antiterrorista de París, Rémy Heitz.
El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, dijo en una entrevista radiofónica que “nada indica” que Chekatt formara parte de una red terrorista y que se beneficiara de “protecciones particulares” durante su huida.
Posteriormente, calificó de “totalmente oportunista” la reivindicación del atentado hecha por los órganos de propaganda del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y conocida poco después de la muerte de Chekatt.
“No cambia nada. Aquí lo que hay es un hombre que ha engendrado el mal en su seno. Y que ha matado”, dijo el Ministro.
Siete personas siguen arrestadas, las dos últimas esta misma noche, horas después de que una patrulla de agentes abatiera al terrorista en un portal del barrio de Neudorf, donde había crecido y vivían sus padres, los cuales también permanecen detenidos. Están bajo arresto dos hermanos de Chekatt, uno sospechoso de estar próximo a medios salafistas de Estrasburgo.
CONVOCAN A NUEVAS MANIFESTACIONES
Los “chalecos amarillos” parecen decididos a volver a salir hoy a las calles en Francia, en su quinta jornada de protestas, pese a los llamados a la calma del Gobierno, preocupado por nuevos disturbios.
Este movimiento de franceses protesta por una mayor justicia social y contra la política del Gobierno.