Putin y Abe anuncian firma de paz pese al problema de las Kuriles
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se comprometieron ayer a firmar el tratado de paz pendiente desde la Segunda Guerra Mundial pese a que están muy lejos de solucionar el contencioso territorial por las islas Kuriles, la principal manzana de la discordia entre ambos países.
“Tenemos por delante un arduo trabajo para crear las condiciones necesarias y lograr una decisión mutuamente aceptable”, admitió Putin en una breve comparecencia junto a Abe ante la prensa en el Kremlin.
Putin destacó que ambos mandatarios confirmaron hoy su “interés” en firmar el tratado, paso crucial para la normalización de las relaciones bilaterales, aunque matizó que la decisión final debe ser “aceptable” para los dos países y “respaldada” por ambos pueblos.
El hecho de que ambos mandatarios no respondieran a las preguntas de la prensa demostró que las posturas de las partes en esta primera ronda de negociaciones de paz son aún poco reconciliables.
No hubo ni una sola referencia a una posible entrega de alguna de las cuatro islas Kuriles del Sur —Iturup, Kunashir, Habomai y Shikotan—, en poder soviético y después ruso desde el fin de la contienda mundial y reclamadas desde entonces por Tokio, donde se conocen como Territorios del Norte.
“En la reunión en Singapur nos comprometimos a enmarcar el proceso negociador en la Declaración Unión Soviética-Japón de 1956”, señaló Putin sobre el encuentro pasado.