Arranca en España histórico juicio a líderes separatistas catalanes
El Tribunal Supremo abrió ayer el histórico juicio contra 12 dirigentes independentistas catalanes, implicados en el fracasado intento de secesión de octubre de 2017, justo cuando la cuestión catalana tiene la política española patas arriba y amenaza con precipitar las elecciones.
Los acusados aparecieron sentados en cuatro banquetas ante los siete jueces, en una primera sesión en la que sus abogados presentaron el juicio como un proceso políticamente sesgado.
“La causa atenta contra la disidencia política”, afirmó Andreu Van den Eynde, abogado del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, para el cual la Fiscalía pide 25 años de cárcel.
El proceso, retransmitido en directo por televisión, podría durar unos tres meses, y en él declararán cientos de testigos, entre ellos el expresidente del Gobierno español Mariano Rajoy. La sentencia no se conocerá antes de julio.
Además de Junqueras, están acusados la expresidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, varios exministros regionales y los responsables de las asociaciones independentistas ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente.
Para ellos la Fiscalía reclama entre 7 y 17 años de cárcel.
El gran ausente es el principal protagonista del intento de secesión, el expresidente catalán Carles Puigdemont, huido en Bélgica, que desde un viaje a Berlín calificó como un “test de estrés para la democracia española”. Más duro todavía fue su sucesor al frente de la región Quim Torra, que acudió a la primera jornada del juicio en Madrid. Es una “vergüenza indigna del siglo XXI en Europa”, “un juicio que no se tendría que haber producido nunca en un Estado que quiere considerarse democrático”.
Tras organizar el 1 de octubre de 2017 un referendo de autodeterminación prohibido por la justicia española, los separatistas catalanes proclamaron el 27 de octubre una república independiente.
La cuestión clave en el juicio será la violencia, el concepto que según el Código Penal español sustenta el cargo de rebelión.
PROTESTAS EN CATALUÑA
Miles de personas se congregaron ayer en Barcelona para protestar contra el juicio iniciado en el Tribunal Supremo a 12 dirigentes independentistas catalanes por el intento de secesión en octubre de 2017.
Con decenas de banderas independentistas y carteles con el lema “Libertad presos políticos”, los manifestantes coparon la céntrica plaza Cataluña al grito de “No es un juicio, es una farsa”.
La concentración, que tuvo réplicas en otras ciudades catalanas como Girona y Tarragona, es la primera de un ciclo de protestas.
ANÁLISIS
Drina Ergueta. Periodista
España, también a juicio
Luego del inicio del juicio a 12 exautoridades y líderes sociales de Cataluña bajo la acusación, según el caso, de rebelión o desobediencia y malversación, la repercusión internacional coloca también al Estado español en un enjuiciamiento moral, ya que este proceso pone sobre la mesa el ejercicio y la defensa de los derechos civiles y también de la democracia.
El Gobierno español se empeña en mostrar una España “de verdad” ante el desprestigio que sufre su imagen debido a este juicio, pero juristas de Alemania y Bélgica, organizaciones de derechos humanos y miles en las calles no lo ponen fácil.