Los militares son piezas clave para que Maduro siga en el poder
Durante las primeras horas del 30 de abril, el líder de la oposición venezolana y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, emprendió su tercer intento este año para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro. Esta vez tenía el apoyo de algunos soldados de bajo rango y del director de la agencia de inteligencia del régimen, algo que resultaba significativo. A su lado estaba su mentor, Leopoldo López, quien había sido liberado de su arresto domiciliario.
Conforme cientos de venezolanos salían a las calles para apoyar la revuelta, parecía que el régimen de Maduro al fin podría terminar. Sin embargo, al atardecer era claro que Guaidó no había logrado persuadir a las Fuerzas Armadas de levantarse en contra de Maduro.
Los militares siguen siendo el más grande obstáculo para el cambio de régimen. El intento fallido de Guaidó de quebrar el apoyo militar a Maduro endureció más las posiciones y afianzó a la Fuerza Armada como el actor decisivo en la pugna por el poder.
El presidente de Diálogo Interamericano, Michael Shifter, dijo a la AFP que “las fuerzas de oposición subestimaron la resistencia de Maduro y su habilidad de enfrentar la presión de calle”.
Por su parte, el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, consideró que podría haber una “fase de frustración y desconfianza” con el movimiento Operación Libertad.
Guaidó ya había intentado generar la ruptura el 23 de febrero, cuando pretendió ingresar por las fronteras donaciones en alimentos y medicinas de EEUU, pero Maduro lo impidió. No obstante, el opositor mantiene su convocatoria, a pesar de un “desgaste natural”, estima Félix Seijas, director de la firma Delphos.
Por su parte, el analista político Roberto Covarrubias indicó que Maduro va a seguir apostando al desgaste de Guaidó, a medida que el tiempo pase y no logre expulsarlo del poder, y anulándole piezas claves dentro del Parlamento.
Afinidad ideológica
El estamento militar es el jugador más poderoso en Venezuela. Es una institución sumamente hermética y, aunque ha habido numerosos rumores sobre conspiraciones, divisiones entre los cuadros de oficiales y rebeliones inminentes, pocos de ellos se han vuelto realidad.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, es el pilar que sostiene a Maduro. Es un fiel representante de los valores de la institución castrense. Su afinidad ideológica con el chavismo le otorgó poder.
El 25 de octubre de 2014 asumió como ministro de la Defensa, un cargo en el que se ha mantenido por cinco años. Por primera vez un ministro dura tanto frente a esa cartera.
De 32 ministros, nueve son militares y dirigen carteras como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera Pdvsa —que aporta 96 por ciento de los ingresos del país— y el servicio de inteligencia. También controlan una televisora, un banco y una ensambladora de vehículos, entre otras empresas.
Estos militares encabezan la fuerza de otros 2 mil generales que ha nombrado Maduro durante sus años de mandato.
A varios cientos les ha otorgado el control de sectores económicos como la actividad portuaria, la explotación petrolera, la extracción de oro y, más recientemente, la distribución de los alimentos del país, reseñó la web Crónica.uno.
HIPÓTESIS ERRÓNEA DE LA OPOSICIÓN
Juan Guaidó, en nombre de toda la Asamblea Nacional, ha insistido en que la cadena de mando castrense está rota, en que no hay Comandante en Jefe sino un usurpador al frente del Estado.
De allí su insistencia a que los militares, como el pueblo todo y la comunidad internacional, se incorporen a la restauración del estado de derecho.
Pero, el 10 de enero de 2019, el Alto Mando Militar aplaudió la juramentación de Maduro y posteriormente le rindieron honores en la Academia Militar, y en compañía de 4.900 oficiales, soldados y cadetes. Allí juraron “lealtad y subordinación absoluta” al gobernante socialista.
TRUMP ESTÁ FRUSTRADO POR EL PLAN DE GUAIDÓ
REDACCIÓN CENTRAL
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se siente frustrado ante el estancamiento de la estrategia del líder opositor Guaidó en su intento por derrocar al presidente Maduro.
Lo informaron fuentes cercanas al jefe de la Casa Blanca citadas por el diario The Washington Post, según las cuales Trump se encuentra insatisfecho además con “la estrategia agresiva” encabezada por su asesor de seguridad nacional, John Bolton.
Las fuentes destacaron que Trump estaba convencido del planteo que le había hecho Bolton para reemplazar a Maduro por Guaidó, a quien Estados Unidos y otras 50 naciones reconocen como presidente interino.
Según el periódico de Washington, Trump se quejó en los últimos días acerca de que Bolton y otros de sus asesores subestimaron a Maduro, a quien considera un elemento “duro de roer”.
Pese a todo, la Administración estadounidense no se cansa en repetir que “todas las opciones sobre Venezuela están sobre la mesa”.
Esta advertencia norteamericana no ha logrado sus objetivos, más aún, lo único que ha logrado es que varios países, especialmente de Europa, rechacen cualquier intervención de orden militar.
ANÁLISIS
Alberto Barrera Tyszka. Colaborador del New York Times
La Operación Libertad fue una improvisación
Los venezolanos creemos que la improvisación es un método. Tal vez eso pueda explicar lo inexplicable: la fallida rebelión contra un Estado fallido que se produjo el 30 de abril.
Cuando apenas amanecía ese día en Caracas, apareció Juan Guaidó en las redes sociales anunciando “el cese definitivo del Gobierno usurpador” y la activación de los militares para consolidar la llamada Operación Libertad. El líder de la oposición estaba rodeado de soldados y, tras él, en primera fila, destacaba Leopoldo López, preso político del Gobierno chavista.
Guaidó habló en pasado. Como si ya lo importante hubiera ocurrido. Las imágenes que se transmitieron después le sumaron más confusión. En rigor, no se encontraban dentro de una base militar. Tampoco había ningún alto oficial dando la cara y haciéndose responsable de la rebelión ni hubo información sobre algún alzamiento militar en otras regiones del país.