Finlandia y Suecia en la OTAN, una adhesión de objetivos compartidos
Rusia lanzó su ofensiva en Ucrania en protesta contra una posible expansión de la OTAN hacia sus fronteras, pero parece haber conseguido el efecto contrario, al empujar a Finlandia y Suecia a integrar la Alianza cuya capacidad de disuasión resultaría reforzada.
Esto representa una pequeña revolución en estos países nórdicos. Durante décadas, la mayoría de suecos y finlandeses abogaban por una política de no alineamiento militar. La invasión en Ucrania cambió esta tendencia en sus opiniones públicas.
Ambos países están dispuestos a dar el paso para intentar disuadir a Rusia, lo que constituiría la ampliación más importante de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) desde la adhesión de los países bálticos en 2004.
Defensa colectiva
La adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN se justifica por el comportamiento beligerante de Moscú, asegura Michael Shurkin, analista político y antiguo miembro de los servicios secretos estadounidenses, la CIA.
Pese al “mal desempeño” del ejército ruso en Ucrania, “otra guerra contra uno de los vecinos de Rusia no es inverosímil, es una posibilidad real para la que estos vecinos y sus aliados deben prepararse”, asegura el experto.
A pesar de sus esfuerzos crecientes para contar con fuertes capacidades de defensa nacional, estos dos países neutrales estarían solos en caso de agresión rusa. Y Finlandia tiene más de 1.300 kilómetros de frontera común con Rusia.
Desde el punto de vista de Helsinki y Estocolmo, el principal atractivo es beneficiarse de la protección mutua de los aliados en caso de ataque en virtud del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte.
Como Suecia, “Finlandia obtendría la disuasión nuclear de la OTAN” al situarse bajo el paraguas de Estados Unidos, “algo que no podría conseguir sola”, apunta Charly Salonius-Pasternak, del Instituto Finlandés de Relaciones Internacionales.
Alianza reforzada
Ambos países nórdicos, miembros de la Unión Europea (UE), cooperan con la OTAN desde 1994 en el marco del programa de la Asociación para la paz.
También participaron en maniobras conjuntas y en algunas operaciones de la OTAN como las ejecutadas en Afganistán o los Balcanes.
“Si estos dos países se adhieren, esto reforzaría la postura disuasiva de la OTAN en las regiones ártica, báltica y nórdica”, estima Leo Michel, investigador del centro de reflexión estadounidense Atlantic Council.
Además, “Finlandia y Suecia podrían aportar sus conocimientos regionales sobre Rusia en el proceso de toma de decisiones de la OTAN”, agrega. Pero Helsinki y Estocolmo cuentan también con importantes capacidades militares.
FFAA de ambos países
Finlandia sólo tiene 12.000 soldados profesionales en su Ejército, pero entrena a más de 20.000 reclutas al año y en tiempos de guerra puede contar con un contingente de 280.000 soldados con capacidad de combate, más otros 600.000 reservistas.
Esta fuerza excepcional para una nación europea se completa con un aumento del 40% de su gasto militar para 2026, una flota de 55 aviones de combate F-18, que prevé reemplazar por F-35 estadounidenses, 200 tanques y más de 700 piezas de artillería.
El ejército sueco cuenta con unos 50.000 soldados. El servicio militar obligatorio, suprimido en 2010, se reintrodujo en parte en 2017. Y tras la anexión rusa de Crimea en 2014, empezó a invertir de nuevo en defensa. En 2020, ese gasto representó el 1,2% del PIB, frente a un 2,6% en 1990.
Sin embargo, la adhesión de Finlandia representaría cientos de kilómetros “adicionales de frontera que defender, una carga importante para la OTAN”, comenta un observador europeo.
Frontera ampliada
La adhesión de Finlandia duplicará la frontera terrestre de la OTAN con Rusia, llevándola hasta los 2.600 kilómetros.
“Finlandia y Suecia (...) son contribuyentes netos a la seguridad transatlántica, pero también europea”, apunta una fuente diplomática europea, que ve la adhesión como una muestra de la “responsabilidad creciente de los Estados europeos” en materia de defensa.
EL PACTO MILITAR MÁS AMPLIO DEL MUNDO
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada al inicio de la Guerra Fría, es la principal organización militar mundial de defensa común y agrupa a 30 países de América del Norte y Europa.
La OTAN fue fundada el 4 de abril de 1949 en Washington por 12 países, 10 europeos, EEUU y Canadá.
Su objetivo fue contrarrestar la amenaza soviética, basándose en el principio de solidaridad mutua, definido en el artículo 5º del Tratado: “Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas”.
LA ADMISIÓN SE APRUEBA SÓLO POR UNANIMIDAD
El consentimiento para dar el visto bueno a un nuevo miembro para unirse a la OTAN debe ser “unánime”, según lo establece el artículo 10 del Tratado de Washington.
Es eso, precisamente, lo que da al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la base legal sobre la que fundamenta su “no” a la entrada de Suecia y Finlandia a la Alianza.
Sin embargo, el gobierno turco se dijo ayer abierto a discutir sobre la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, pese a reiterar que los dos países nórdicos son santuarios de “organizaciones terroristas” kurdas.
La guerra de Ucrania y el acercamiento a la organización de estos países, cuyo ingreso cuenta con gran apoyo pese a las reticencias turcas, marcan la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Berlín, que se inició ayer con una cena informal y continuará hoy con sesiones de trabajo.
EL PROCESO DE ADHESIÓN PUEDE DEMORAR UN AÑO
La adhesión a la OTAN de un país candidato supone un examen de acceso durante el cual los aspirantes deben convencer a cada uno de los 30 miembros de la Alianza de cuál sería su aporte y su capacidad de responder a las obligaciones del pacto común.
El proceso está codificado ya que una vez que un país toma de la decisión de pedir formar parte del pacto, los miembros de la OTAN deben aceptar por unanimidad y extenderle una invitación.
Esta invitación marca el inicio de las negociaciones de adhesión que tienen lugar en la sede de la organización en Bruselas.
La etapa final es la ratificación del protocolo de adhesión por cada uno de los estados miembros de la OTAN, que envían su venia para la entrada de un nuevo miembro al gobierno de EEUU, depositario del Tratado del Atlántico Norte.
AMBOS PAÍSES PRECISAN GARANTÍAS DE SEGURIDAD
En el contexto de la agresión rusa a Ucrania, Finlandia y Suecia, que han recibido amenazas de Moscú en caso de que quieran entrar en la OTAN, requieren garantías de seguridad mientras se complete el procedimiento para su plena integración a la Alianza, mediante la ratificación de los Parlamentos de los 30 aliados.
El Reino Unido ya se ha ofrecido a apoyarlos defensivamente en ese lapso, pero Estocolmo y Helsinki también podrían pedir ayuda de sus socios de la Unión Europea hasta que estén plenamente cubiertos, como miembros de la OTAN por el artículo 5 del Tratado de Washington.
Las fuentes comunitarias explicaron que Suecia y Finlandia pueden recurrir a “una serie de opciones”, entre ellas acuerdos bilaterales o regionales (por ejemplo, entre países nórdicos) de seguridad, pero también el artículo 42.7 del Tratado de la UE sobre la defensa colectiva.