Exigen para justicia más recursos y gente formada
El sistema judicial necesita con urgencia mínimamente duplicar el presupuesto que recibe e incrementar más sus recursos humanos, además de que es indispensable que estos suban su nivel profesional, en cuanto a capacitación, actualización y dimensión ética.
Las recomendaciones surgieron anoche del cuarto conversatorio sobre reforma judicial, organizado por el diario Los Tiempos, la Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública Ciudadanía y el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).
El cuarto de las cinco sesiones previstas para este ciclo estuvo protagonizada por la directora de la carrera de Derecho de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Mónica Daza; el presidente del Colegio de Abogados de Cochabamba, César Cabrera, y el presidente del Instituto de Estudios Internacionales (IEI), Óscar Alba. Hizo de moderadora, la investigadora Vivian Schwarz, de Ciudadanía.
En el encuentro “La justicia enfocada en recursos y capacidades”, Daza, con datos de 2014, explicó que el Órgano Judicial de Bolivia recibe sólo el 0,58 por ciento del Presupuesto General del Estado, cuando en Latinoamérica el país que menor porcentaje destina a la justicia lo hace con el 2 por ciento.
También explicó que en el país existen 477 juzgados, que en promedio deben resolver 769 causas por año, por lo que cada una de estas oficinas tendría que liquidar dos casos por día para evitar la mora judicial, lo que, naturalmente, no ocurre, explicó. Para Daza, lo ideal sería que ese presupuesto se duplicara y llegara al menos al 1 por ciento.
Cabrera, por su parte, opinó que el 1 por ciento que manejan algunos medios de comunicación es “demasiado benigno”, opuesto a los datos expuestos que demostraban que no se llegaba ni a la mitad.
Alba, en tanto, consideró que lo ideal sería tener ese 1 por ciento para la administración de justicia, pero además planteó, entre otras 10 propuestas, que se destine otro 1 por ciento para la creación de un Fondo Concursable, integrado por representantes de varias instancias, para incrementar la formación de los profesionales y operadores de justicia.
FORMACIÓN E INDEPENDENCIA
En el conversatorio, hubo también coincidencia en que no sólo había que pensar en incrementar el número de profesionales y operadores de justicia, sino también en elevar su nivel profesional y velar por su independencia de instancias políticas.
César Cabrera opinó que esto debería comenzar desde las universidades, que actualmente forman abogados muy formalistas, mecanicistas y repetidores de manejos de la ley.
También recordó que alguna vez se creó el Instituto de la Judicatura para la formación de jueces, pero que esto no funcionó debido a que el 80 por ciento era designado a dedo. Añadió que entre los fiscales, tampoco hay formación.
Alba mencionó que sí hubo muchos intentos de formación profesional de autoridades judiciales, pero que siempre faltó la autonomía del Órgano Judicial. Por ello, manifestó que en la próxima cumbre judicial, debería pensarse como propuesta en un incremento del presupuesto, pero también en una independencia en la administración de justicia y una autonomía en el manejo de los recursos.