Chile pide a Bolivia explicar la base militar asentada a 1,5 km de la frontera
El presidente Evo Morales denunció ayer, en Pailón, que Chile instaló una base militar a 15 kilómetros de la frontera, algo que calificó como una agresión y afirmó que era “ilegal”, pues los acuerdos internacionales establecen que la distancia mínima son 50 kilómetros.
Pocas horas después, en un comunicado, la Cancillería de Chile negó la existencia de dicha base militar y dijo que la única instalación militar en la zona cercana al Silala está en el lado boliviano, a 1,5 kilómetros de la frontera con Chile, por lo cual “Bolivia debiera responder por esa presencia militar permanente en la frontera”, reportó el diario chileno La Tercera.
El sábado pasado, el portal RT señaló que Chile instaló una base militar capaz de hacer patrullajes por largos periodos en el desierto de Atacama y que está ubicada cerca de las aguas del Silala, cuya soberanía disputa Bolivia y que anunció que llevará a la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ).
Bolivia sostiene que las aguas del Silala nacen en su territorio y que fueron artificialmente canalizadas por Chile hacia ese país, que alega que se trata de un río de cauce natural.
En el comunicado, la Cancillería chilena dijo que la acusación de Morales “es infundada” y que “lo que ha habido es una intensificación del patrullaje militar en territorio chileno para impedir los ataques contra civiles, robos, contrabando y narcotráfico provenientes de Bolivia, lo cual ha tenido el efecto de disminuir notoriamente esos actos delictivos”.
También añade que ante los nuevos dichos de Morales, “nuevamente el Gobierno de Bolivia busca desviar la atención de sus problemas internos con alegaciones falsas en contra de Chile”.
“En Chile un partido socialista y comunista no puedo entender que son militaristas, amenazan, y que sepa el pueblo no sólo de Bolivia y Latinoamérica sino del mundo esta instalación es una agresión a la vida, la patria y a Bolivia”, dijo Morales, citado por ABI, en su alocución en el municipio cruceño de Pailón, donde acudió a la entrega de ganado vacuno.
Manifestó que cuando Bolivia “con mucha razón” pide justicia ante tribunales internacionales, en referencia a la demanda marítima radicada en la Corte Internacional de Justicia, la respuesta es la “soberbia” y la “amenaza”, por lo que recordó que ya no se viven tiempos de invasión sino de integración.
El procurador general del Estado, Héctor Arce, también opinó sobre el tema y calificó de “amenaza y mensaje de alerta” la instalación de dicha base militar chilena.
Entrevistado por medios estatales, Arce dijo que esa acción, comprobada con tecnología necesaria, coincide con las declaraciones de exautoridades de Chile, de la época del expresidente Sebastián Piñera, que afirmaban que las Fuerzas Armadas de ese país están preparadas para defender los tratados internacionales, especialmente con Bolivia. Añadió que habría que cuestionar el objetivo de ese despliegue.
Sin relaciones diplomáticas desde fines de la década de 1970 y con la presentación en 2013 de una demanda contra Chile ante la CIJ para lograr una salida al mar, perdida a fines del siglo XIX, el río Silala es otro de los puntos de tensión entre ambos países.