Reglamento subsanará vacíos en Ley de la Coca
La reglamentación de la Ley General de la Hoja de Coca será un documento clave para complementar o subsanar los vacíos que presenta la norma que fue sancionada y promulgada el mes pasado, según concluyeron ayer los participantes del conversatorio que organizó el Foro Regional, conformado por Los Tiempos, Ceres y Ciudadanía.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, los analistas e investigadores Roberto Laserna y Fernando Salazar, además del exvicepresidente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Leonardo Loza, fueron los panelistas del evento.
También coincidieron en la necesidad de avanzar y promover más estudios sobre la hoja de coca para desarrollar y explotar sus propiedades medicinales o alimenticias, para contar con datos científicos sobre la extensión de cultivos, su producción, comercialización e industrialización.
El auditorio de Los Tiempos quedó repleto de personas interesadas en conocer más sobre la nueva Ley de Coca que junto con la Ley de Sustancias Controladas y el nuevo Código del Sistema Penal reemplazarán a la cuestionada Ley 1008 que, según dijo Cocarico, —además de ser muy punitiva— en relación a la cantidad de hectáreas de cultivos, no se cumplía en ningún Gobierno.
El Ministro comenzó el evento destacando algunos artículos de la norma, sin embargo, puso énfasis en que se tenía que poner un “límite” a los productores de coca mediante convenios que fueron aceptados por ellos mismos, lo que garantizaría su cumplimiento.
Señaló que en la actualidad existen 20.200 hectáreas de coca y, aunque la nueva ley haya fijado un máximo de 22 mil hectáreas, dijo que el cumplimiento no será inmediato. “Nos mantenemos en 20 mil hectáreas, las 2 mil hectáreas que vienen después seguramente será con proyección de consumo, veremos cuánto realmente necesitamos para industrialización, exportación y, de acuerdo a la necesidad, progresivamente aumentaremos y llegaremos al total de las 22 mil hectáreas”, indicó.
El sociólogo Fernando Salazar remarcó la importancia de conocer e intercambiar ideas sobre la Ley de la Hoja de Coca pero también reclamó que el Gobierno no haya invitado a otras organizaciones e instituciones, más allá de los productores cocaleros, para participar de la elaboración de la norma.
En la misma línea, Roberto Laserna señaló que, como ya se aprobó la norma, sería necesario “complementarla con una buena reglamentación” que incluya varios aspectos que quedaron ambiguos en algunos artículos como la descripción a detalle de la asignación de catos.
Salazar planteó la necesidad de incluir también el tema de los centros de monitoreo, producción con tecnología, impuestos, la industria médica, entre otros.
El dirigente cocalero, Leonardo Loza, señaló que la Ley de la Coca es una respuesta a la lucha que tuvo el sector durante varios años contra gobiernos neoliberales. También indicó que hay temas pendientes como el impuesto, reiteró que el cocalero no es “egoísta porque está de acuerdo en contribuir (al Estado)”.
Cocarico señaló que para la elaboración de la Ley General de la Hoja de Coca no se pudo acudir a todas las organizaciones o instituciones, pero dijo que los espacios donde se analicen el tema —como el conversatorio— “servirán como insumos a unas inquietudes que se puedan incorporar en el reglamento de la norma”.
ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Durante el conversatorio que fue organizado por el Foro Regional conformado por Ceres y Ciudadanía, el panelista Fernando Salazar dijo que es importante que en Bolivia se realicen estudios sobre la hoja de coca para tener certeza de las propiedades de la hoja pero también permita avanzar en relación en la industrialización, control e incluso productividad.
Por su parte, el ministro César Cocarico señaló que en Bolivia se tienen estudios de consumo de la coca pero que requieren ser actualizados. “Hay que trabajar, ningún estudio es para la eternidad, siempre hay cambio en la sociedad porque va avanzado, por lo tanto, cada (cierto) tiempo se debe ir actualizando esos estudios, necesitamos hacer mejores estudios”, señaló.
Dijo estamos saliendo de una etapa de prohibición a una etapa de mejor trabajo en relación a este tema, considerando que se trata de una tarea pendiente la cuestión de estudios porque la Ley 1008 impedía desarrollar este trabajo y por eso, muy pocos se animaron. “La Ley 1008 impedía a varias instituciones realizar instituciones porque criminalizaba la hoja, desde un primer momento buscaba la desaparición de cultivos de la hoja de coca y de los consumidores”, indicó.
MÁS ALLÁ DEL PROHIBICIONISMO
Despenalización de las drogas, un debate pendiente
El analista e investigador Roberto Laserna planteó ayer, en medio del conversatorio sobre la Ley de la Hoja de Coca, la necesidad de abrir el debate sobre la despenalización de las drogas en Bolivia, considerando que es un tema que cada vez toma más fuerza en el mundo. Dijo que el incremento de la producción de coca no es condicionante para el incremento de la producción de cocaína, como lo reflejó en un cuadro estadístico.
Señaló en está de acuerdo en legalizar los cultivos de la hoja de coca pero fue más allá y planteó que no sólo el cultivo debe estar permitido para los productores de coca sino para la ciudadanía en general.
Señaló que el prohibicionismo tiene resultados contrarios; sin embargo, si se va por la despenalización, la ciudadanía tendría la potestad de adquirir una sustancia controlada de calidad, con un peso justo y precio autorizado.
El ministro César Cocarico no quiso entrar a ese debate; sin embargo, puso en claro que es necesario diferenciar el tema coca de la cocaína porque no se trata de lo mismo.
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