Sin esperanzas en la justicia
Cuando faltan menos de cuatro meses para la realización de las Elecciones Judiciales que han sido convocadas para el 3 de diciembre de 2017, es muy alto el nivel de escepticismo con que la mayor parte de la población boliviana ve ese proceso. Más de la mitad de la gente ni siquiera se ha enterado que dentro de poco tendrá en sus manos la posibilidad de participar con su voto en la renovación del Tribunal Supremo de Justicia y, entre quienes están al tanto del proceso, son una amplia mayoría quienes consideran que éste no servirá para resolver los problemas de la administración de justicia en nuestro país.
A esa conclusión se llega al analizar las respuestas dadas por las personas encuestadas. En efecto, cuando se preguntó “¿Usted considera que las Elecciones Judiciales de 2017 ayudarán a resolver los problemas de la administración de justicia en el país?” llegó a 61,6 por ciento la cantidad de personas que respondió negativamente, mientras que sólo 38,4 lo hizo afirmativamente. En Cochabamba, el índice de escepticismo es mayor, pues llega a 64,7 por ciento. A quienes a la anterior pregunta respondieron con una opinión escéptica se les pidió que identifiquen las principales causas de sus dudas y se les dio a elegir entre cuatro posibilidades. Más de la mitad (51,1 por ciento) se refirió a que “Ni el Gobierno ni la oposición están comprometidos con la reforma de la justicia”. “Los problemas están en otra parte”, fue la opción elegida en segundo lugar por 22,9 por ciento de las personas. 19,2 por ciento atribuyó sus dudas a que “No habrá buenos candidatos”, mientras que 6,7 por ciento considera que una los problemas de la justicia boliviana “no dependen de los magistrados”.
Para indagar sobre la percepción que la ciudadanía tiene sobre el proceso de preselección de postulantes para las Elecciones Judiciales llevado adelante por Asamblea Legislativa Plurinacional, se dio a elegir entre cuatro posibles criterios que habrían primado en el proceso: a) la formación de los candidatos, b) la afinidad política, c) La idoneidad, d) los avales.
Desde el punto de vista de las personas encuestadas, la afinidad (52,2 por ciento) y los avales políticos (28,8 por ciento) habrían sido los criterios que más primaron en la preselección de los postulantes. En el otro extremo, los factores que menos fueron tomados en cuenta habrían sido la formación (22,9) e idoneidad (17,1 por ciento).
Otro factor que al parecer influye en las bajas expectativas que las próximas Elecciones Judiciales despiertan en la ciudadanía es la poca confianza que inspira el Órgano Electoral Plurinacional. En efecto, cuando se preguntó “¿Usted cree que el OEP administrará de manera transparente el proceso de Elecciones Judiciales 2017?” casi dos tercios (65,3 por ciento) de las personas respondieron negativamente. Una vez más, en Cochabamba ese porcentaje es mayor que en las otras dos ciudades.
Algo similar puede decirse de la percepción negativa que la mayor parte de las personas encuestadas tiene sobre las restricciones impuestas a la difusión de información sobre los candidatos. “La ley prohíbe hacer campañas a favor de uno u otro candidato en las elecciones judiciales. Cuál de las siguientes tres frases refleja mejor su opinión sobre esa disposición?” fue la pregunta que se hizo para indagar sobre este tema. Sólo 24,3 por ciento consideró que esa medida “es adecuada porque evita la politización”, mientras que el 75,7 restante se dividió entre quienes creen que “es perjudicial porque impide conocer a los candidatos” (30.8) y “es una manera de reprimir la libertad de los ciudadanos” (44.9 por ciento), respectivamente
Sin embargo, entre la ciudadanía no parece del todo mal vista el procedimiento de las Elecciones Judiciales. Así lo indica el hecho de que cuando se le pidió una opinión sobre la siguiente afirmación: “Es mejor elegir jueces mediante el voto que nombrarlos en base a sus méritos profesionales. ¿Hasta qué punto está usted de acuerdo con esta frase?”, las opiniones quedaron equitativamente distribuidas entre quienes, en una escala de 1 a 7, se ubicaron en una posición intermedia entre “Nada” y “Mucho”.
Cochabamba es la ciudad donde hay más escepticismo sobre la posibilidad de que las elecciones mejoren la justicia
TV, EL MEDIO PREFERIDO
La televisión es el medio por el que una amplia mayoría de la gente (72,8 por ciento) se informa sobre los temas relevantes de la coyuntura nacional. Muy lejos, con 9,1 por ciento de las menciones aparece la radio en un segundo lugar, seguida de las redes sociales –Facebook, Twitter, Whatsapp y otras– (6,7 por ciento), que habrían desplazado a los periódicos impresos y a los periódicos y páginas informativas por Internet, que son la principal fuente de información para 4,8 y 4,7 por ciento de las personas, respectivamente.
En cuanto a la confianza que merecen esos medios, la televisión también ocupa un primer lugar, pero menor al de su audiencia pues se reduce a 63,5 el porcentaje de quienes le atribuyen la mayor confiabilidad. La radio ocupa el segundo lugar con 12,4 por ciento de las menciones, ligeramente por encima de los periódicos impresos (11 por ciento). Las redes sociales y los periódicos y páginas informativas digitales merecen la confianza de 5,9 y 4,7 por ciento, respectivamente.
“¿Por qué medios o mecanismos quisiera usted recibir información sobre las y los postulantes que competirán en las Elecciones Judiciales 2017?” fue otra de las preguntas hechas, ante la que un 56,1 por ciento optó por la televisión. Los medios impresos aparecen como la segunda opción, con 11,2 por ciento de las menciones, seguidos, en ese orden, por la radio, las redes sociales y los medios digitales.
ANÁLISIS
Vivian Schwarz Blum
Ciudadanía
La fiesta Democrática
Así le dicen a las elecciones ¿no? La fiesta democrática. Es una fiesta porque celebramos el ejercicio libre de nuestro derecho al voto. Elegimos libremente a nuestros representantes o autoridades, en este caso, las personas que deben salvaguardar la protección de nuestros derechos, el voto y todos los demás; las personas que estarán a cargo de uno de los elementos más vitales del funcionamiento de la democracia: la administración de la justicia.
En el momento en que nos estamos preparando para una nueva elección de autoridades judiciales en el país, lo hacemos en medio de una percepción generalizada de que el sistema judicial está en crisis. En vista de ello, estas elecciones son especialmente importantes porque las nuevas autoridades deberán implementar las reformas y mejorar el desempeño del sistema judicial.
Sin embargo, pareciera que nuestras expectativas sobre el potencial de que los resultados de estas elecciones logren solucionar los problemas que aquejan a la justicia boliviana no son muy auspiciosas. El Foro Regional ha implementado una encuesta de opinión pública que ha preguntado a los ciudadanos de las tres áreas metropolitanas más grandes del país sobre sus expectativas y opiniones sobre este proceso.
La encuesta revela que 55 por ciento de la población metropolitana en el país no cree que las elecciones judiciales contribuirán a solucionar los problemas de la justicia, principalmente porque identifican una falta de compromiso con la reforma del sistema judicial. Más de la mitad de esta población manifiesta que ni siquiera tiene información o ha oído sobre las elecciones judiciales.
En 2011, solamente dos tercios de esta población participó de las elecciones judiciales, poca concurrencia para una fiesta sobre un tema fundamental que afecta a toda la población y, huelga decirlo, que para ejercer plenamente el voto hay que estar bien informado. No es cuestión de marcar sin saber, sino de elegir responsablemente.