Mudanzas en el Nobel de Literatura
La revelación de los nombres que ganaron el Premio Nobel es siempre una novedad, a veces una sorpresa. Pero este año fue algo más. La Academia Sueca ha cambiado de criterio: decidió entregar el de literatura a un cantante y no a un escritor, como es lo tradicional. ¡Escándalo! ¡Una carta brava en el tapete de la polémica! Al rechazar la exclusividad, muchos reivindican el derecho de los artistas en general (entre ellos los músicos) a acceder al premio; otros, manifiestan su radical descontento: “El próximo puede ser un futbolista”, ha dicho un premio Nobel de Literatura.
El arte, en todas sus formas, es siempre una expresión de belleza. Los músicos, los pintores, los poetas son artistas, pero con sensibilidad y recursos expresivos distintos. Lo característico de la literatura es que su vehículo principal es el lenguaje verbal, la palabra escrita; por eso se denomina también “las bellas letras”. Sin embargo, la expresión poética no es sólo a través la palabra; también hay poesía en la música, en la pintura, en la abnegación heroica de una madre; en fin, en muchas otras cosas. El carnaval de Oruro es una combinación de música, danza y belleza física.
La música y la poesía suelen ir juntas, pero con predominio del sonido, claro está. No todos los compositores son poetas, (por lo menos como autores también de la letra) ni todos los poetas son a la vez compositores. La letra de la música popular, la buena, es un joyero de poesía muy superior a los versos vacíos de muchos poetas. Algunos compositores son poetas en tanto son músicos, no lo son fuera del pentagrama. En los boleros de Agustín Lara hay una sutil y honda poesía; en la exquisita voz del tenor Pedro Vargas, también.
Hasta el año anterior la Academia premiaba la realización nítida de un gran talento en una actividad específica, no la que está inmersa o subyacente en otra distinta. Para referirse a Bob Dylan utilizó un lenguaje ambiguo. Le otorgó el premio “por haber creado nuevas expresiones poéticas de la gran tradición de la canción estadounidense”. Se puede entender que las canciones de Dylan trasuntan poesía, lo cual no le aparta de su arte principal. Es cierto que muchas canciones del repertorio tradicional americano se enlazan con la poesía; igual que en otros países del mundo. Ese parece ser el mérito que ensalza la Academia.
¿Y por qué esa mudanza? Cuando la información no es precisa o es insuficiente, surgen las teorías explicativas. Al decir del nobel Vargas Llosa (2010), vivimos hoy lo que él denomina “la civilización del espectáculo”, donde se banaliza la cultura y las letras se transforman en literatura light, bajo el afán predominante de la diversión. El “rudo y arrogante” musiquero norteamericano movió un enorme portón hacia el escenario de la ruidosa tecnología audiovisual moderna, con actores que ocupan hoy el primer plano de la vida; uno de ellos podría ser Bob Dylan.
El autor es escritor, miembro del PEN Bolivia.
Columnas de DEMETRIO REYNOLDS