Juegos de poder en la universidad
Con este título el Centro Cuarto Intermedio está organizando el conversatorio dedicado a analizar y reflexionar sobre la situación de la universidad boliviana. Una de las preguntas centrales del evento será: ¿En qué situación se encuentra la universidad pública? ¿Están cumpliendo el rol de formación y producción de conocimiento? ¿Cuàles son los grados de articulación de la universidad con la sociedad y el Estado?
Empero, para analizar la cuestión universitaria, es necesario contextualizar al menos algunos acontecimientos que se produjeron durante este año. En las universidades, sobre todo de las ciudades del eje central, se produjeron diversos conflictos. Jorge Komadina, uno de los expositores del conversatorio, manifestaba en sus escritos anteriores que “el conflicto forma parte del paisaje de la universidad pública, casi un ritual cotidiano”, estos conflictos se producen al interior de las carreras, las facultades o en los mismos campus universitarios, donde los diversos actores son: estudiantes, docentes y administrativos. En la presente gestión, los eventos conflictivos se concentraron en torno a la elección de rectores y vicerrectores, generando expectativa en la opinión pública y la cobertura de los medios de comunicación. En la UMSS se suspendió la primera elección en el mes de mayo, para después realizarse en octubre, donde ninguno de los candidatos alcanzó la mayoría y fueron a segunda vuelta; similar situación pasó en la UGRM, donde se anuló la primera elección en el mes de julio, realizándose posteriormente en septiembre y también con segunda vuelta; en la UMSA, pese a los conflictos internos, también se realizó una segunda vuelta.
Frente a estas situaciones de tensión y conflicto, se escucha permanentemente hablar de que el sistema universitario está en crisis ¿En qué consiste esta crisis? ¿Cuáles son las razones que manifiestan tal situación? Por lo tanto, otra vez emergen las discusiones sobre la necesidad de continuar con la autonomía universitaria y el cogobierno, ya que estos se volvieron dispositivos discursivos para legitimar los juegos políticos, como diría Yuri Tórrez.
Esta crisis institucional, por lo tanto, se manifiesta mediante juegos de poder, donde los gremios corporativos sólo buscan llegar y mantenerse en las instancias de decisión, en desmedro de la formación académica y producción de conocimiento. Los grupos corporativos se valen de muchas estrategias y cálculos políticos, de amarres y clientelismos, de manipulaciones y chantajes, ante tal situación, según Komadina, la universidad se convierte en un campo de guerra, donde moran “enemigos” que deben ser derrotados. Pero al margen de los diagnósticos preocupantes, también tenemos que pensar ¿Qué tipo de universidad queremos? ¿De dónde empezamos? ¿Quiénes son y serán los que inicien esta transformación?
Con la elección de nuevas autoridades no se avizoran cambios drásticos, sino simples maquillajes, pero también se advierten venir conflictos en torno a la reducción del presupuesto por parte del Estado. Los debates y las propuestas, no sólo tienen que surgir en un momento de alta conflictividad, sino debe ser una construcción sistemática que involucre a todos los actores inmersos con la universidad.
El autor es sociólogo, miembro del EPRI y docente universitario.
Columnas de EFRAÍN GÓMEZ LARA