Huelga de profesionales en la Caja Nacional de salud
A propósito de la problemática administrativa en la Caja Nacional de Salud, debo emitir mi testimonio y admonición personal.
Trabajador médico durante cuarenta años como cirujano del hospital Obrero Nº 2 y Policlínico, ascendiendo en cargos de autoridad médica hasta ganar, en concurso de méritos y examen de competencia, la Jefatura de Administrador Regional; cargo que no llegué a ejercer porque el Directorio desconoció dicho concurso, indicando, además –con la soberbia tradicional–, que el suscrito “no era del gusto político del Directorio”; por tanto, para limpiar conciencias se me invitó al retiro inmediato, mediante un memorando entregado por ujier.
En relación a la arbitrariedad de nominar autoridad a cualquier adepto al régimen político partidario, la historia de la instrumentación e intervención nefasta se repite consuetudinariamente desde la fundación de la Caja Nacional de Seguridad Social, cuando los jerarcas del gobierno de entonces, MNR, cometían atropellos inimaginables contra los profesionales de la salud. Más tarde, les tocó el turno a los mandones de los distintos gobiernos militares, a las autoridades políticas de los diferentes gobiernos corruptos del MIR, PC, UDP, ADN y, como observamos con espanto, al reciente del MAS.
La arbitrariedad llega al colmo cuando se ordena desde el Ministerio de Salud, conformado por administrativos ineptos preciados de no haber atendido un enfermo, con el nombramiento de correligionarios pícaros de baja estofa profesional.
La Caja Nacional de Salud brilla por el manejo corrupto crónico sin posible solución. Me consta que desde el año 2006, la Contraloría tiene decenas de carpetas que no resuelven la denuncia indicada.
La atención de salud de asegurados, en general, es pésima en calidad científica y en trasfondo bioético y claro está, avergüenza a toda la colectividad ciudadana este gesto no es exclusivo ni está enmarcado solamente en la comunidad de sus asegurados.
El discurso de la actual ministra es repetitiva en desvergüenza intolerable y, peor aún, es el atrevimiento de la amenaza con descuentos laborales.
Es hora de que las instituciones responsables, cívicas y laborales, y particularmente el Colegio Médico Nacional y Departamental, intervengan dicha institución para ordenar la auditoría integral correspondiente y se actúe en consecuencia. Dicha evaluación debe ser exhaustiva e integral, que alcance a todos los Directorios responsables y ser extendida al Ministerio de salud para exponer ante la conciencia ciudadana nacional su ineptitud y arbitrariedad tradicional.
La salud, derecho fundamentalísimo, debe ser autónoma del poder político. El Estado debe cumplir su obligación de cobertura constitucional con honestidad, eficiencia y responsabilidad.
El autor es médico y exsenador de Bolivia, exautoridad del Colegio Médico de Cochabamba (Gestión Stambuck-Moscoso).
Columnas de GASTÓN CORNEJO