En el día del padre
Pregunté si el Vicepresidente celebraba esta fecha revelándome que el famoso licenciado no pierde el tiempo en estas fruslerías
“Todos festejan a la madre en un afán muy sincero, olvidándose del padre que es la madre del cordero”, este redondilla pertenece al Dr. Hugo D. Aranda famoso notario de fe pública en La Paz durante el siglo XX que matrimonió a gran parte de la sociedad paceña, siendo además animador de las reuniones del “Rotary Club”, institución reconocida por su altruismo en favor de nuestras comunidades.
Mientras yo desgranaba mis recuerdos y mi paso por dicha entidad apareció mi corresponsal ante el Palacio Real de la Plaza Murillo, ocasión que me sirvió para preguntarle si durante sus jornadas periodísticas había escuchado algo que significara un justo homenaje a los papás de nuestro país a lo que ella se prestó a informar.
Supo que había sido convocado un consejo de ministros para emitir una felicitación colectiva a todos los ministros, viceministros y directores en un documento oficial que transmita la congratulación en una fecha tan gloriosa, aunque este propósito no se cumplió porque el Presidente Vitalicio no gusta de referirse a la paternidad de nadie, pues debemos recordar que por culpa de su supuesta paternidad perdió en el referéndum del 21 de febrero, motivo más que suficiente para no hablar de cuerdas en la casa del ahorcado.
Cuando la cholita cochabambina se comunicó conmigo pensé en su nobleza al celebrar este día sabiendo que yo soy solamente su compadre, parentesco espiritual que no se conmemora en esta fecha.
Siempre con el ánimo de averiguar sucesos palaciegos en la fecha le pregunté cómo festejaba ella a su marido, Don Nemesio, que en paz descanse, secreto que se negó a revelarme, por respeto al alma bendita del difunto. Le pregunté a mi comadre cochabambina si el vicepresidente Álvaro García Linera celebraba esta fecha de tanta resonancia en todo nuestro país, revelándome que el famoso licenciado no pierde el tiempo en estas fruslerías, pues dedica 24 horas del día a leer libros porque según él este ejercicio es más provechoso que andar festejando tonterías, cual seguramente haremos los ciudadanos corrientes del Estado Plurinacional y Folklórico.
Todo lo cual me incitó a agradecer a todos los amigos que me felicitaron llamándome padre, papi, daddy, viejito, tatay y tatito.
¡¡¡Felicidades a todos los papás!!!
Columnas de PAULOVICH
