La democracia se propaga
En Estados Unidos, el estado de Nueva York acaba de establecer un sistema que permite, a las mayorías, tener acceso a la educación universitaria en forma gratuita. No significa que la instrucción universitaria sea gratuita en todos sus niveles, pero al menos lo será en sus cursos inferiores. Esta gratuidad no alcanza a los alumnos provenientes de familias con ingresos superiores al común.
Algo está mejorando en ese país; la democracia va llegando poco a poco. El tímido ejemplo de Nueva York se está propagando a hacia otros estados. Pero como digo, es un paso tímido, así sea sustancial. La universidad pública tiene que ser gratuita en todos sus niveles, no solamente en los básicos, y además incluso para ricos. ¿Para qué queremos ricos con apenas alguna instrucción?
Es posible preguntarse cómo un país tan rico como Estados Unidos no tiene instrucción universitaria y salud pública gratuitas. Pues el hecho es que las cuestiones sociales son tan complejas, que no es fácil dar una fórmula de qué requisitos debe tener un país del primer mundo.
Hace poco se publicó un artículo de Andrés Oppenheimer dando como ejemplar la educación en Corea del Sur. Es bien cierto que el alto nivel de enseñanza en ciencias y en general la tecnificación de ese país, ha producido un desarrollo económico envidiable. Pero, ¿por mucho ir al colegio realmente las cosas van mejor? Antaño en Bolivia los escolares pasaban clases por la mañana y por la tarde; luego en sus casas hacían tareas. Eso no significaba que saliesen con una buena instrucción secundaria. Aprendían muchas cosas de memoria, pero sabían poco. Actualmente se pretende hacer más liviana la educación primaria y secundaria, pero igual se vuelve a recargar a los alumnos con tareas para sus casas. ¿Se aprende inglés? Poco o nada. ¿Historia nacional? Apenas. ¿Otras cosas? Un poco de todo, en general más poco que todo. Pero en fin, se aprende.
A lo que voy es que el ejemplo coreano debe tomarse con calma. El desarrollo económico es multifactorial y la instrucción es un factor clave, pero no el único y no tiene porqué ser mortificante.
El caso es que siguiendo lo acaudillado por mi tocayo Berni Sanders, algunos sectores en Estados Unidos están tomando conciencia de que la instrucción y la medicina públicas deben ser gratuitas. Luego faltará que tengan conciencia de que el sistema carcelario en Estados Unidos es bastante más inhumano que el celebérrimo Gulag de Stalin. Sí, es mucho, pero mucho peor. Puede que la mortandad sea menor; pero la inhumanidad es mucho mayor. Y luego pontifican sobre derechos humanos.
El autor es escritor
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN