Conducción irresponsable
Aunque hay poca señalización vial, carreteras en mal estado y una geografía complicada sobre la que se hallan trazadas las rutas de transporte que convierten a nuestras carreteras entre las más inseguras del continente, la mayoría de los accidentes son ocasionados por errores humanos.
Bolivia figura entre los países con un alto número de muertes por accidentes de tránsito (23 por cada cien mil habitantes), según el reporte realizado entre 2015 y 2016 por la Organización Mundial de la Salud (OMS); el 80 por ciento de éstos sucede, de acuerdo al Organismo Operativo de Tránsito, en el eje troncal, que registró de enero a septiembre del año pasado 11.706 incidentes trágicos en el país con cerca de mil muertos y 21.485 heridos.
Con más detalle, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ratifica esos datos: el 53 por ciento de los accidentes de tránsito se debe a la imprudencia de los conductores y el 14.8 por ciento es por exceso de velocidad, cifras muy altas. Varias investigaciones realizadas por Los Tiempos establecen que las principales fallas humanas están relacionadas a la conducción irresponsable, incumplimiento de las reglas de tránsito y ebriedad, como sucedió este fin de semana en tres hechos diferentes que dejaron 11 pérdidas humanas y varios heridos
Esa realidad exige realizar sostenidas campañas de educación vial, clave para una sana convivencia urbana, mayor rigor en la otorgación de licencias de conducir, proceder a ampliar la señalética horizontal y vertical, supervisar el uso adecuado de vehículos (el caso de los “surubi”, como vehículo de transporte interdepartamental, es paradigmático) y autoridades que comprendan que más ayuda una política de prevención que actitudes esporádicas de sanción poco transparente.