El solsticio de invierno
De acuerdo con la lógica, bien interpretada por la cultura Inca, se celebraba la “Gran Fiesta del Sol” el Kjapaj Inti Raymi, inicio del año nuevo en el Imperio de los Incas, entre el 21 al 22 de diciembre, cuando el sol se encuentra en su plenitud y no el 21 de junio que los incas celebraban como una intrascendente pequeña fiesta del sol por coincidir con el solsticio de invierno
El sol durante el año presenta un movimiento aparente, de norte a sur y de sur a norte, debido a que la eclíptica, o circulo máximo de la esfera celeste, tiene una inclinación con referencia a la línea del Ecuador de 21 grados y 27 minutos, que permite la aparición de las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno y que coinciden con diferentes fechas del calendario tanto en el hemisferio norte como en el sur.
En muchas “culturas precolombinas”, el solsticio de invierno tenía un efecto negativo en la población, debido a que entre los meses de mayo, junio y julio, las precipitaciones pluviales son escasas, casi nulas, las temperaturas descienden en el altiplano por debajo de los 0 ºC, en los valles cerca de los 0 ºC y en el trópico y el subtrópico se presentan los famosos “surazos”, con temperaturas por encima de los 0 ºC.
El periodo invernal en el hemisferio norte, coincide con el solsticio de invierno del 21 al 22 de diciembre, razón por la que esta fecha estaba dedicada al culto de los muertos, tanto en México, Inglaterra y otros países de Europa y Asia. Igual situación se producía en el hemisferio sur, durante el solsticio de invierno del 21 al 22 de junio, puesto que en este periodo se presenta la época seca y los cultivos sufren el efecto de las heladas (Q’asay).
En el hemisferio sur, durante el periodo precolombino, en la época seca (marzo - agosto), con escasa precipitación pluvial, la población sufría las inclemencias del tiempo y la escasez de alimentos que provocaba una gran cantidad de decesos entre la población, así como también la pérdida de ganado; por lo tanto, de acuerdo con la lógica, bien interpretada por la cultura Inca, se celebraba la “Gran Fiesta del Sol” el Kjapaj Inti Raymi, inicio del año nuevo en el Imperio de los Incas, entre el 21 al 22 de diciembre, cuando el sol se encuentra en su plenitud y no el 21 de junio que los incas celebraban como una intrascendente pequeña fiesta del sol por coincidir con el solsticio de invierno y cuando el sol ha alcanzado su máximo desplazamiento hacia el norte, es decir el invierno en el hemisferio austral.
El autor es historiador
Columnas de JORGE RODRÍGUEZ FLORES