Problemas en la planta de LNG
El pasado mes de mayo, hubo varias denuncias de que la planta de licuefacción de gas ubicada en Río Grande, estaba paralizada. Estas denuncias se tradujeron en un Pedido de Informe Escrito al Ministerio de Hidrocarburos, formulado por el senador Oscar Ortiz. Según el senador Ortiz, la empresa constructora no pudo incluir los equipos para separar el mercurio del gas que viene de San Alberto y San Antonio, situación que terminó de arruinar la planta. (El Deber 14.06.2017)
La respuesta, por parte de los responsables del proyecto de YPFB, mediante declaraciones a la prensa, fue muy rápida. Dichos funcionarios sostuvieron que la planta se encuentra funcionando y que para realizar trabajos de mantenimiento tuvieron que pararla momentáneamente. Declararon que: “Es una falacia que haya un problema de mercurio y que eso provocó daños en la infraestructura de la planta …”. (Idem). Aseguraron también que se estaba enviando con normalidad el LNG a las estaciones de regasificación (ERG), sin embargo, este último dato fue desmentido por los usuarios de estas estaciones porque los cisternas no llegaban a sus respectivos destinos. Horas después, YPFB admitió haber tenido problemas en un expander de nitrógeno debido a prolongados tiempos de trabajo durante el arranque de la planta y que el contratista estaba haciendo la revisión y análisis del problema.
De acuerdo a YPFB las operaciones de la planta están garantizadas mediante boletas de garantía contra defectos de operación, hasta el 23 de febrero de 2018.
Pese a ser una planta nueva, con sólo 15 meses de operación, lo cierto es que tiene problemas y aunque no se sabe con exactitud cuáles son; por los pedidos que habría efectuado YPFB de piezas de repuesto a proveedores, se trataría de fallas mecánicas, ocasionadas por la instalación de piezas defectuosas o por problemas inherentes a su operación.
La construcción y montaje de la planta fue adjudicada a la unión temporal de Empresas Sener Ingeniería y Sistemas S.A. y Ros Roca Indox Cryo Energy S.L, en marzo de 2013 por un monto de 137 millones de dólares (MM $us), monto que incluía además de la planta de licuefacción de gas, a 32 cisternas de transporte y los equipos para las 27 estaciones de regasificación (ERG). Sin embargo, en el informe del presidente de YPFB de mayo de 2016, se indica que la inversión en el proyecto era de 258 MM $us, pero curiosamente, menos de un año después (Informe de enero de 2017), el monto consignado es menor en 50 MM $us.
La planta en cuestión fue inaugurada dos veces por el presidente Morales, la primera en septiembre de 2014 y la segunda en febrero de 2016, y los cisternas con LNG empezaron a despacharse poco después pero a sólo cinco de las ERG porque el resto de ellas no estaban instaladas, como muchas de ellas no lo están hasta la fecha.
La planta está diseñada para producir 210 Tons/día de LNG con un consumo de 362 MM3/día de gas natural, pero ni YPFB ni ninguna repartición del sector, nunca informaron de las cantidades producidas ni de los destinos del LNG producido.
En los planes de gobierno se contempló, además, la idea de exportar LNG a Perú, Uruguay y Paraguay. El presidente Morales anunció que “(…) esta empresa (se refiere a YPFB), va a instalar GNL en Perú y en Paraguay, YPFB ya va a ser internacional, (…) nuestra YPFB va a prestar servicio en Paraguay y en Perú, una imagen de Bolivia”. (La Razón 07.05.2016).
Con todos estos ingresos, la planta debía generar hasta el 2020 por encima de 120 MM $us y hasta el 2025 por encima de 300 MM $us. (16.02.2016 La Razón).
Por lo descrito se puede apreciar que el proyecto tenía tres componentes: La planta de licuefacción, las estaciones de regasificación en 27 municipios y la exportación a LNG a por lo menos tres países vecinos. Si la planta de LNG no funcionara, tanto las ERG como los planes de exportación son inútiles.
A todo lo anterior se añade el hecho de que la contratista del montaje y puesta en marcha de 22 de las ESR, el consorcio Cotienne - Arespa, habría dejado varias obras inconclusas y subcontratistas impagos. Respecto a las exportaciones de LNG y para alivio del gobierno, este frente nunca se concretó. Esta vez su inefectividad le resultó favorable.
A fines del 2015, YPFB adjudicó a la empresa Bureau Veritas Argentina, dos contrataciones bajo la Modalidad Directa, relativas a la planta de LNG y las ERG. La primera de 07 de octubre de 2015 de Fiscalización y Puesta en Marcha de 22 ERG por un monto de 954 M $us y la segunda, de 31 de diciembre de 2015, de fiscalización del precomisionado, comisionado y puesta en marcha de la planta de LNG, de ERG’s y cisternas, por un monto de 935,9 M $us.
Lo que no se entiende es cuál fue el objeto de gastar 1,89 millones de dólares en dos contrataciones para fiscalizar las puestas en marcha, si después de un año, cuando ya la parálisis sucedió, YPFB reporta al constructor los problemas a revisar y analizar.
El autor es ingeniero químico y petroquímico.
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