Ejemplo venezolano
El éxito de la consulta venezolana tiene un sentido pedagógico: A pesar de las limitaciones logísticas y la censura total en los medios oficiales, el pueblo decidió, fue una experiencia única, inédita e histórica.
El resultado tendrá también consecuencias estratégicas y tácticas: En el estratégico, es un paso esencial para forzar la salida de Maduro del poder. En el campo táctico: 1º. Gana urgencia para evitar que la Constituyente se celebre el 30 de julio, fecha en que el Gobierno intentará liquidar la posibilidad de alternancia en el poder. 2º. El “plebiscito” no es legalmente vinculante, pero es políticamente vinculante. 3º. En aplicación del resultado el pueblo puede declararse abiertamente en rebeldía constitucionalista lo que legitima la insurrección general. 4º. Se intensificará la presión en las calles. 5º. La Asamblea Nacional queda relegitimada para reasumir sus competencias y avanzar en la designación de los nuevos miembros del Tribunal Supremo y del Consejo Electoral. 6º. Se obedecerá el mandato para formar un Gobierno de unidad nacional. 7º. Dos poderes públicos: La Asamblea Nacional y el Ministerio Público van a acatar el resultado de inmediato. 8º. La oposición se erige en defensora de la propia constitución chavista. 9º. Se quitó la iniciativa a Maduro.
El resultado, por lo tanto, no es simbólico, si bien el régimen no lo acatará, es un mensaje claro de que su Constituyente es inviable y la realidad política se impondrá más temprano que tarde. Ya no está en las manos de Maduro la decisión de dejar el poder. Está en las manos del pueblo. Ya Maduro ha perdido al pueblo y el apoyo internacional y sólo le queda el respaldo resquebrajado de las FFAA.
La oposición está unida. Quedaron atrás los cálculos egoístas de pretendidos candidatos y las indecisiones de los dirigentes sin experiencia. Todos aprendieron la lección. Si bien hay quienes pronostican la guerra civil futura, es errado, no hay dos ejércitos y, por lo pronto, tampoco armas para una hipotética guerra de guerrillas, urbana o rural.
En cambio, la presión de la comunidad internacional está cohesionada, pero, no atinan a dictar medidas eficaces de coerción o sanción para lidiar con un gobierno criminal, la presión política y las manifestaciones de apoyo son estériles para Maduro. Harían bien en imitar a México y Canadá admitiendo la validez de la consulta y poniéndose de acuerdo para forzar el derecho internacional público y reconocer al gobierno paralelo en formación.
La UE ya ha anunciado que está analizando sanciones “individuales y selectivas”. De la misma manera, EEUU amenazó con “fuertes y prontas” sanciones económicas en caso de que el proceso constituyente siga adelante. Una probable solución podría pasar por Washington y La Habana, pero no habrá cooperación cubana sin algo a cambio; sólo EEUU tiene algo que dar a cambio.
A Maduro y sus “fariseos” sólo les cabe negociar su salida; pero, vayan donde vayan, serán víctimas de sus propias tropelías. El chavismo comienza a darse cuenta hoy, finalmente, de que el poder no es eterno, de que al pueblo en la calle no se le puede poner límite; de que el pueblo movilizado es el poder originario constituyente y que de nada le servirá someter a cientos de estudiantes a tribunales militares como medida desesperada e inútil para defender un orden contrario al derecho.
El autor es abogado constitucionalista.
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