¿Un puente colonial?
En San Sebastián y en Tupuraya se establecieron los primeros colonizadores de este valle. La plaza de San Sebastián y la plazuela del Pueblito, con todas sus edificaciones, eran las más antiguas de Cochabamba
Durante la colonia, Martín de la Rocha, en 1565, desvió las aguas del río Condorillo, desde Muyurina hacia el oeste por Calacala y luego hacia el sur por la Maica, hasta el río Tamborada.
De esta manera, la kjochapampa quedaba libre de la influencia de este río, que cruzaba esta planicie en forma diagonal, desde Muyurina hasta la parte norte de la serranía de San Sebastián o Jayahuma.
En el periodo incaico, eran dos las rutas que ingresaban al valle de Cochabamba. La primera bajaba del altiplano (Oruro) por Arque, Sipesipe, Suticollo, Quillacollo, hasta el cerro de San Sebastián. La segunda desde Inquisivi (La Paz) por Palca (Independencia), Morochata, El Paso, Tiquipaya, Calacala, Tupuraya, Sacaba y el Chapare.
En San Sebastián y en Tupuraya es donde se establecieron los primeros colonizadores de este valle. La plaza de San Sebastián y la plazuela de Tupuraya (El Pueblito), con todas sus edificaciones, eran las más antiguas de Cochabamba.
La provincia Moxos, desde 1776, tenía una dependencia política y administrativa de la Villa de Oropesa (Cochabamba). Para llegar a Trinidad, había que dar un rodeo por Santa Cruz de la Sierra y continuar por los ríos Guapay (Grande) y Mamoré, ruta que se recorría en cuatro meses.
Por este motivo las autoridades del Gobierno español plantearon la necesidad de unir Cochabamba con Trinidad (Moxos) de una manera más segura y rápida. En 1780, Ignacio Flores, intendente de Cochabamba, inició la construcción de esta ruta que fue concluida en 1783 por Juan Claros, además se construyeron “dos puentes de madera, sobre los ríos más caudalosos”, en el trópico. Se llegaba a Trinidad, por esta vía, en 11 días.
Don Juan Claros, para darle seguridad a esta ruta, mandó construir un puente sobre el río Rocha, del que quedan, aparentemente, dos arcos al este del Jardín Botánico. Fue construido de piedra desde un punto elevado artificialmente, Av. Ramón Rivero esquina Sra. de Fátima, en dirección a otro punto elevado, c/Venancio Jiménez, en Tupuraya, con arcos de seis metros de luz, un ancho de cuatro metros , una altura máxima de 10 metros y una longitud aproximada de 100 metros.
¿Cuál la razón para la desaparición de este puente?
Es muy probable que hacia 1820, luego de un enfrentamiento con tropas españolas en Quillacollo, aprehendido y ejecutado José Domingo Gandarillas, sus seguidores se refugiaron en Sacaba quienes para evitar ser perseguidos por la tropa española, abrieron la represa de Warawara, descargando sus aguas en la torrentera de Arocagua, afluente del río Rocha, aguas que dañaron seriamente este puente que nunca fue reconstruido.
El autor es investigador
Columnas de JORGE RODRÍGUEZ FLORES