Conclusiones chinas
Hay que prestar atención al pensamiento político del actual régimen comunista en China. Y digo del actual régimen, porque desde Teng Hsiao-Ping las cosas han variado en relación a cuando vivía Mao Tse-Tung.
En principio el régimen chino es fácil de entender. Rige el partido comunista, la economía es capitalista y en parte estatizada, con fuertes controles del partido comunista que monopoliza la actividad política. En lo fundamental, es el Kuomintang, el partido de Sun Yat-Sen de hace casi un siglo, pero en versión marxista. Se aplica lo enunciado por Trotsky: que los movimientos políticos asiáticos son el Kuomintang en varias versiones. Una versión pseudo-liberal en India, otra capitalista y nacionalista en Japón y finalmente un Kuomintang chino tratando de absorber al marxismo. Esto dejando de lado al verdadero Kuomintang de Chiang Kai-Shek, que fracasó frente a la versión marxista.
El partido comunista chino ha salido de su revolución cultural decidido a llevar a su país al mundo moderno, llegando a la conclusión de que lo que mató al régimen comunista ruso fue su dogmatismo. Lo diré a mi modo: lo que lo liquidó fue su idealismo; es decir, el idealismo marxista traducido en dogmatismo.
Visto en perspectiva, importan dos cosas en la evolución social contemporánea: por una parte, la evolución socioeconómica, que es tanto el desarrollo económico material, como la culturalización del pueblo, porque la gente es un capital humano, según lo determinó Gary Becker. Por otra parte, la buena dirección en el desarrollo, con una conjunción de liberalismo y socialismo.
Es utópico y un idealismo negativo pensar que la revolución, a secas, llevará al mundo moderno. Conforme a la terminología comunista, este idealismo simplista y negativo es “infantilismo”. El Che Guevara encarna ese infantilismo político. Esto porque revolución sin desarrollo económico queda en lo anecdótico, localista. En lo recomendable, el socialismo que debe emerger es justamente un movimiento consecuencia de la industrialización. Es una necesidad producida por la era industrial. De modo que lo que se adopte de socialismo debe ser consecuente y coherente con las necesidades de las sociedades industriales.
Esto es lo que señala el Gobierno chino, que lo importante es el desarrollo económico, y si tiene que emplearse al capitalismo con ese fin, debe hacerse. Empero no hay duda que hay cosas que no pueden dejarse al arbitrio del capitalismo y particularmente de su versión dogmática en el neoliberalismo. La educación y la medicina públicas son necesidades, porque cuidan al capital humano cuando es productivo, y si no lo es también deben cuidarlo, porque un desarrollo estrictamente económico puede ser degradante. Esto es, un desarrollismo que no cuide de la gente, así las personas no estén en edad de trabajar, y que no cuide de la naturaleza, en vez de abocarse a explotarla, es un desarrollismo explotador. Y cuando hablamos de desarrollismo explotador, hablamos del Tipnis y de lo que vendrá después.
El autor es escritor
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN