La travesía de la licencia de conducir
Nicole Andrea Vargas
En Bolivia, como en el resto del mundo, es necesario portar de la licencia para de conducir un auto. Para obtener dicho permiso se pasa por una serie de etapas, además de cumplir un sinfín de requisitos. Nuestro país no se caracteriza precisamente por la agilidad a la hora de hacer trámites, es más, la burocracia invade el día a día, sobre todo cuando se refiere a instituciones públicas, aunque ojo, las privadas tampoco se eximen del mismo.
Después de la reciente modificación del Reglamento Nacional del Sistema de Emisión de Licencias de Conducir, oficializada por Decreto Supremo 026-2017, la vigencia de la licencia de conducir ahora es más corta y depende de la categoría. La clase A y B tienen validez de dos años cuando el conductor tramita la licencia por primera vez y luego se extienden a cinco años. A partir de los 70 años el tiempo se reduce a tres años para no profesionales y un año para profesionales.
Lo curioso no radica en el tiempo que dura un permiso de conducir, sino en el calvario que representa obtener uno. Existen casos de personas que tienen que esperar más de una semana para cumplir con todos los requisitos, gastar alrededor de Bs.- 450 en revisión médica, costo del permiso, examen en una escuela de conducir, etc. Pero lo más importante, perder horas y horas de trabajo en busca de la ansiada licencia.
Si existiera un poco más de empatía al momento de trabajar, la atención sería más cálida, responsable, rápida y sobre todo respetuosa con el tiempo y dinero del otro, haciendo más tolerable ese trámite tortuoso.
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