Gesta Bárbara
Entre 1917 y 1918, dos grupos de jóvenes irreverentes dedicados, entre otras cosas, a escribir poemas y cuentos, se reunieron en Potosí alrededor de una mesa, o varias, y empezaron a debatir libremente sus ideas.
En el grupo destacaba un veinteañero, Carlos Medinaceli, que congenió de inmediato con un recién llegado, el peruano Arturo Peralta, quien vivía su exilio político, el primero de por lo menos tres, en la Villa Imperial.
Las charlas, debates, lectura de textos y poemas debieron ser tan interesantes que sus protagonistas decidieron publicar lo más relevante de sus noches de tertulia. El nombre que se eligió para la revista marcó a toda una generación: Gesta Bárbara.
Ante la proximidad de los cien años del lanzamiento del número fundacional, la Alcaldía de Potosí declaró el Año del Centenario de Gesta Bárbara y constituyó un comité interinstitucional para tal fin. Sus primeras actividades fueron la publicación de un libro y la organización del Primer Encuentro de Escritores e Historiadores sobre Gesta Bárbara.
Casi todos los convocados asistieron y sus charlas confirmaron la influencia que Gesta Bárbara tuvo en las letras bolivianas. Se ratificó, también, que esa influencia persiste por cuanto los conferencistas tenían bien presentes a figuras de ese grupo cultural como José Enrique Viaña, Armando Alba, María Gutiérrez y Peralta, cuyo seudónimo más conocido fue Gamaliel Churata. Las charlas fueron ilustrativas y esclarecedoras. Se escuchó la voz experta de Mariano Baptista Gumucio y la optimista de Ramón Rocha Monroy. La visión poética estuvo a cargo de Gabriel Chávez Casazola y Gaby Vallejo habló de las mujeres de Gesta Bárbara ya que la influencia del grupo dio lugar a la formación de otros, con el mismo nombre, en Cochabamba, Oruro, La Paz, Tupiza y Santiago de Huata.
El protagonista de las charlas fue, aunque con escaso margen, Medinaceli y la obra más comentada su famosa “La Chaskañawi”.
La importancia de Gesta Bárbara trascendió un siglo y marcó varias páginas de la historia nacional. Es una muestra de cuán lejos puede llevar la práctica artística.
Los asistentes al encuentro ponderaron el esfuerzo que la Alcaldía de Potosí hizo al reunirlos y reconocieron que pocas autoridades fomentan la cultura como lo hace su actual ejecutivo, Williams Cervantes.
Si el apoyo institucional se mantiene, podrá hacerse realidad proyectos como la creación de la Editorial Municipal que publicaría a los nuevos autores y posibilitaría un nuevo amanecer para la literatura potosina que actualmente sigue cubierta por una larga noche.
El autor es Premio Nacional en Historia del Periodismo.
Columnas de JUAN JOSÉ TORO MONTOYA