Technical Atlas Hydrocarbon Potential of Bolivia
Tratando de resaltar la intrascendente reunión del Foro de Países Exportadores de Gas (foro), el Gobierno programó otras reuniones concurrentes a las del foro sobre temas que no estaban en la agenda. Una de ellas fue la presentación y oferta de áreas de exploración petrolera por parte de YPFB a los países asistentes para lograr posibles compromisos de inversión. Con ese fin YPFB preparó y distribuyó un volumen impreso titulado Technical Atlas – Hydrocarbon Potential of Bolivia (Atlas).
Ninguno de los países asistentes a la reunión del foro demostró interés en algún área explorable en Bolivia. Ni el Presidente de Guinea Ecuatorial, no obstante haber sido inexplicablemente condecorado con el Cóndor de Los Andes, mostró el menor interés para realizar inversiones en Bolivia. Es casi increíble que después de 14 años en el poder, el Gobierno y YPFB todavía no alcancen a comprender que la oferta y discusión sobre áreas para exploración tan sólo se pueden hacer en reuniones dedicadas a esos temas.
Tal como se advirtió oportunamente, la reunión de oferta de áreas fue un total fracaso no atribuible al contenido del Atlas, sino a que el foro no es un escenario donde se tratan estos temas.
El Atlas es una publicación muy bien impresa y elegantemente presentada, lamentablemente pésimamente traducida del español al inglés. Desdiciendo el objeto técnico de la publicación, las primeras páginas están ocupadas por fotos individuales del Presidente del Estado Plurinacional, del Ministro de Hidrocarburos y del presidente de YPFB. Estos dos últimos hacen la presentación e introducción del Atlas.
El discurso político nacional más la pésima traducción, han convertido esas declaraciones en verdaderos galimatías. Afortunadamente, en esta publicación no se tiene las acostumbradas declaraciones sobre millonarios ingresos como las que acostumbra el Gobierno en la prensa local.
Seguidamente, en el Atlas se hace una abreviada descripción del país y su economía, la Ley de Hidrocarburos, organización de YPFB y la metodología para la división de ingresos por venta de la producción entre Estado y contratistas.
¡Maravilla de maravillas! YPFB, al tratar de mostrar sus futuras proyecciones, publica los datos oficiales de reservas de hidrocarburos. Gas natural: probadas 10,45 TCF; probables 3,50 TCF; posibles 4,15 TCF. Petróleo: probadas 211.45 MMBbl; probables 72,25 MMBbl; posibles 80,37 MMBbl. Estimándose por recuperar: gas natural 31,5 TCF.
Las delegaciones de los países al foro no tienen expertos en exploración como para evaluar apropiadamente los datos del Atlas que a continuación vamos a comentarlos, pero todas ellas tienen expertos en mercados de hidrocarburos. Al ver la magnitud de las reservas nacionales y ahora conociendo la retórica oficial que Bolivia seria el centro energético de Sudamérica, han guardado un discreto silencio sobre ese tema.
La reservas son tan pequeñas comparadas con el objetivo de ser el corazón energético de Sudamérica, que el alcanzar esa meta es tan improbable y remota que raya en lo imposible.
Seguidamente, el Atlas justifica su nombre por la información que transmite. En forma muy profesional, en un recorrido de norte a sur, con la ayuda de tres mapas anexos intitulados Regional Prospectivity of Bolivia, se presenta, sobre las 80 áreas reservadas para YPFB, la siguiente información de cada una: ubicación relativa en el territorio y en las cuencas sedimentarias tradicionales, superficie, trabajos de sísmica 2D y 3D, magnetometría, gravimetría y magnetotelúrica.
Lamentablemente, en los mapas no se indica su escala ni se incluyen las coordenadas geográficas para ubicación exacta de las áreas. En gran síntesis, el Atlas es de primer orden, mereciendo una buena traducción del español al inglés.
Como el objetivo del Atlas es informar adecuadamente el estado de la industria de nuestro país y sus perspectivas, convendría que se añadan mapas de infraestructura de transporte de hidrocarburos.
Para el caso del gas, el estar directamente conectado con los sistemas centrales de distribución de gas de nuestros vecinos es un factor muy positivo para continuar buscando más producción.
Por último, se debería depurar el texto eliminando partes de discurso político del actual sistema. Es todo un contrasentido tratar de atraer inversión extranjera indicando que todo el desarrollo actual de la industria se ha logrado gracias a la nacionalización de empresas transnacionales que operaban en el país. Dicho o insinuado lo anterior, no es verdad pero induce a cualquier posible interesado a considerar que si viene a Bolivia y su trabajo es positivo, será nacionalizado.
El autor es ingeniero, experto en hidrocarburos.
Columnas de CARLOS MIRANDA PACHECO