¿Momento de inflexión?
La movilización de los médicos en contra del artículo 205 del Código del Sistema Penal (CSP) y la derogatoria de tres decretos supremos aprobados para justificar una innecesaria y autoritaria intervención estatal en la práctica médica, ha llegado a un punto en el que con el apoyo que han recibido de la mayoría de la población, obtengan buena parte de sus reivindicaciones o corran el riesgo de perder el logro de sus objetivos y el apoyo mencionado
El proyecto de acuerdo suscrito entre el Gobierno y los representantes del sector establece, en orden, el compromiso de “construir participativamente el nuevo sistema de salud y la Ley General de Salud, sobre la base de los principios constitucionales”, respetando “la seguridad a corto plazo”. Que los diferentes gremios del sector, en coordinación con el Ministerio de Salud, fijen los aranceles y costos del sistema privado de salud y conformar una comisión técnica entre ambos para la implementación del Instituto Nacional de Conciliación y Arbitraje (INCA), “como instancia prejudicial obligatoria”.
Se acordó también abrogar los decretos 3092, 3091 y 3385, y acordar “en comisión una nueva normativa” para la fiscalización y regulación de los servicios médicos en los ámbitos público y privado, “evitando la burocratización, fragmentación y duplicidad de entes fiscalizadores”, además de aprobar una ley de convocatoria al “Encuentro Nacional por la Salud y la Vida”, entre otros pasos dirigidos hacia formular y “consensuar” la Ley General de Salud hasta junio de 2019.
Sobre el artículo 205, éste no se aplicará en tanto no se realice su análisis y revisión, no se cuente con la Ley General de Salud ni se implemente el INCA. Por último, los órganos Ejecutivo y Legislativo se comprometen a “analizar y realizar las revisiones pertinentes de los artículos 293 y 294 con la participación del sector salud y otros que pudieran sentirse afectados”, mientras tanto, quedan en suspenso o en cesación.
Este acuerdo responde, en lo sustancial, a las demandas de los médicos. A pesar de ello, el avance hacia la solución del conflicto se ha visto enturbiado por la radicalización de algunas corrientes en el sector que, al parecer alentadas por algunas voces que buscan pescar en río revuelto y recuperar presencia en el espacio público, se sienten vanguardia de procesos políticos de diferente naturaleza.
El país exige sensatez, y los médicos tienen en sus manos la posibilidad de convertir su avance en un hito de la dura historia de la reconstrucción de la institucionalidad democrática en el país o, dando un mal paso, reforzar las corrientes autoritarias del oficialismo.