Los espacios para el arte escasean en Cochabamba
En 2012, varios jóvenes artistas migraron a otros países en busca del perfeccionamiento de sus talentos. Un gran porcentaje de ellos se fue a Buenos Aires, Argentina. 2016 y 2017 fueron años de retornos, pero los mismos no lograron entrar al ritmo lento de la movida cultural de Cochabamba, al que se suman la falta de espacios, escenarios y apoyo de parte de las autoridades.
Mauricio Cardona, baterista cochabambino graduado con honores del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla en Argentina y que actualmente vive en Sacaba, comenta que la movida en Cochabamba es precaria. “Me siento inútil aquí. Antes estaba tocando casi todas las noches, pero ahora estoy más en casa que en otro lado”.
La bailarina de danza contemporánea Gabriela Roca, que también estudió en Argentina y actualmente da clases particulares a bailarines, dice que prefiere volver a aquel país porque no se siente a gusto. “Si retornamos es para aportar a la cultura, pero si no hay espacios, ¿qué podemos hacer?”.
El humorista Nilo Pantoja, menciona que cuando participó en giras por Chile, Argentina, Uruguay y Perú se sintió más apoyado que nunca. “Hay políticas que defienden en gran manera a los artistas, tal vez por eso el nivel de profesionalismo es alto a comparación del nuestro”.
Las promesas de las autoridades de apoyo al arte abundan, pero su ejecución o el cumplimiento de tales compromisos son escasos. El artista tiene que peregrinar buscando una oportunidad en los pocos escenarios que existen y, si no cumple con su protocolo o sus requerimientos, es rechazado. ¿Por qué no apostar por el arte? Sería la mejor inversión como cura a la sociedad en su actual situación.
El autor es periodista de Los Tiempos
Columnas de Ulises Cabrera