Toribio Cardenal de Bolivia
Sucedió pronto, Francisco revestido de ricos ornamentos dorados elevó a la dignidad de “Príncipes de la Iglesia” a 13 obispos y un sacerdote, en uso de sus legítimas atribuciones como Sumo Pontífice y según viene haciendo desde cuando fue elegido Jefe de la Iglesia Católica, esto es, de un mil 300 millones de fieles del mundo entero. Entre los cardenales hay uno nacido en Potosí, Bolivia. Toribio Ticona.
Un cardenal es hombre de confianza del Pontífice, dispuesto a ejecutar todas las tareas que le encomienda. El rojo de su vestimenta es símbolo de “la sangre dispuesta al martirio”, así se entiende por cada uno de los purpurados que cuando fallece un papa, acuden al cónclave para elegir a su sucesor. Esta forma de administrar la iglesia de Cristo se mantiene desde su fundación por Jesucristo que pidió la asistencia del Espíritu Santo para inspirar y sostener la obra de Dios entre los hombres. Esto explica la persistencia de dos mil años en la misma faena de evangelizar, enseñar la doctrina a todos los pueblos, en todos los tiempos. La variante en el caso de Toribio Cardenal es que no tendrá la potestad de ser elegido ni de elegir en el próximo cónclave, limitado por la edad, que admite ese derecho hasta los 80 años, nada más.
Cuando el Vaticano, por medio de la Nunciatura en La Paz, comunicó a los obispos la noticia de la designación de Toribio como el segundo cardenal boliviano –el primero fue Julio Terrazas, vallegrandino de la Orden de los Redentoristas, fallecido hace tres años– cundió la sorpresa entre los bolivianos, no podía ser, primero porque si bien Toribio conserva el título de obispo, nunca fue el titular de una diócesis, sino de una prelatura, ámbito algo menor, en la región minera de Coro Coro.
La historia de Toribio es singular, de familia muy humilde se desempeñó como canillita, lustrabotas, obrero de una cervecería y dirigente minero. Cuando recibió el llamado sacerdotal ya había pasado por los oficios mencionados y estudió en el seminario San Luis de Sucre, pasó un tiempo en Roma profundizando sus estudios y se relacionó, entre otros, con Evo Morales a quien cooperó en su tarea sindical. Toribio había conocido a Francisco cuando en su rol de Jefe de los Jesuítas, recorría Bolivia y se adentraba en sus organizaciones religiosas. Toribio Cardenal tendrá que contribuir a la férrea unidad de la Iglesia y a lograr la Paz y la Concordia entre todos los bolivianos.
El autor es periodista.
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