Mundial y discriminación, una eterna lucha
El Mundial Rusia 2018 ha emocionado bastante al planeta que en este momento disfruta del mejor fútbol, en especial por aquellas viejas rivalidades deportivas entre las diferentes naciones que participan de esta cita ecuménica que tiene lugar cada cuatro años, desde hace 88, es decir, a partir de 1930.
Lamentablemente, la rivalidad no sólo se remite al fútbol. Desafortunadamente, los límites de la intolerancia llegan a muchos niveles, principalmente por los actos de discriminación latentes entre estos y los demás continentes.
Pese a la campaña “Say no to racism” (Di no al racismo), impulsada por FIFA y que ha logrado varios avances, en el actual campeonato mundial se han visto diferentes actos de racismo que menoscaban a las personas procedentes de diferentes lugares del planeta.
El caso más claro es el de aquellos hinchas colombianos que se burlaron de una mujer japonesa, a la que le hicieron repetir frases groseras (aprovechando que no habla español) para denigrarla al máximo. Un hecho malicioso y que no cabe en ninguna mente sana.
Los cánticos homofóbicos de los aficionados mexicanos en el partido ante Alemania al unísono de “Eeeeehhh, ¡Puto!” y las peleas entre aficionados al finalizar el partido entre Argentina y Croacia, son muestras claras del racismo e intolerancia.
La FIFA abrió procesos disciplinarios contra las federaciones infractoras y sancionó a los violentos hinchas. Pero la pregunta es ¿hasta cuándo?. Aún seguimos esperando por una respuesta a este tema.
Periodista deportivo de Los Tiempos
Columnas de Gabriel Caero Rodríguez