Aires de familia, el caso del MAS y el viejo MNR
Aunque no imprevisibles, pero sí sorpresivas, porque al menos ningún intelectual de renombre lo advirtió (más bien parecían esforzarse en probar lo contrario), irrumpieron los aires de familia o analogías mutuas del MAS y del viejo MNR (o sea, el partido de la única revolución boliviana) luego de diciembre de 2005.
En Bolivia la izquierda nunca ha constituido una fuerza política homogénea, unida, pero sin duda, y más aún una vez consumada la incorporación de Paz Estenssoro a la dictadura de Banzer en 1971, la percepción de la “revolución nacional” (1952-1964) como una revolución traicionada, y de los “movimientistas” como traidores o vulgares rateros, estafadores y serviles al imperialismo norteamericano, parecen constituir un punto de encuentro entre aquellas: la “revolución nacional”, no fue revolución, fue “robolución” –dicen–.
¿Cómo han estado reaccionado los diversos sectores de izquierda involucrados en la ascensión de Evo al poder ante esos ya innegables aires familiares? Incluso, el magisterio urbano le hubo brindado cierto apoyo crítico a Evo durante las singulares páginas de nuestra historia inherentes a su estreno en la presidencia ¿Cuántas facciones izquierdistas no apoyaron al MAS en el año 2005?
Para responder, precisamos aclarar: ¿a qué nos referimos con aires familiares? Sobre la ideología del MAS, los académicos sostenían que en su interior, coexistían tres corrientes: una marxista, una indianista y otra de la teología de la liberación, evidencia Pablo Stefanoni en un artículo suyo del 2010 titulado: “A dónde va el evismo”, agregando luego que sin embargo: “nadie refiere al nacionalismo popular como una de las supuestas facciones (corrientes), cuando la matriz discursiva heredada de los años ´50 es la más productiva en términos electorales: recuperación de los recursos naturales y organización del campo político como un clivaje entre el pueblo y la oligarquía”.
Respecto a la toma de decisiones políticas, Stefanoni en el mismo artículo, enfatizó: ocurren “mediadas por maniobras dirigenciales no exentas del clientelismo y prebendalismo típicos de la cultura política corporativa” ¿Alguien quiere ilustraciones? Ilustremos. Al margen de las abismales diferencias entre los parientes pobres de la oligarquía y los indígenas originarios –aunque ni los fundadores del MNR eran “medio pelo”, ni Evo es precisamente indígena–, ambos actuaron pasionalmente en las horas de mayor angustia rumbo al poder...
Ambos descubrieron que su visión e interpretación sobre la realidad del mundo y de los problemas del país, fue en buena medida un fruto de sus sentimientos utópicos, de su ingenuidad, cuando no del autoengaño; autoengaños sobre los que cobraron conciencia sólo una vez instalados en los cargos: la gente no asumía los roles que les correspondían según las etiquetas de clase del MNR (burgueses, campesinos u obreros), ni los indígenas por su condición de tal, encarnan la reserva moral de la humanidad….
En mis delirios historicistas, alucino imaginando las imágenes y retratos del proceso de cambio, y por supuesto de Evo, que brotarán de la pluma intelectual, sobre todo de las que ya retrataron con delirio sus días de gloria, cuando todos marchaban juntos, cuando Judas era un solo: el MNR.
El autor es economista.
llamadecristal@hotmail.com
Columnas de JUAN JOSÉ ANAYA GIORGIS