Minesterio de Educación
En un par de días se realizará en nuestra ciudad la II Reunión Regional de Ministros de Educación América Latina y el Caribe para debatir y validar una Hoja de Ruta regional para la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible número cuatro (ODS4): Educación de calidad.
Los ministros formularán recomendaciones sobre políticas y acciones educativas, con una perspectiva innovadora e intersectorial y consensuarán los mecanismos de cooperación regionales para financiar y monitorear los programas educativos que respondan a las metas del ODS4. La reunión servirá para intercambiar ideas, revisar experiencias, desafíos y lecciones aprendidas para repensar la educación y definir enfoques innovadores.
El titular boliviano del sector, Roberto Aguilar, dijo que el objetivo de este evento es la conjunción de agendas en torno a la situación de la enseñanza. Hasta ahí, la suma de las intenciones es buena. Sin embargo habría que pedirle que realice un examen profundo, en el ámbito educativo boliviano, debido a varios factores.
Uno de ellos es el ataque ortográfico, que a menudo sobresale en las redes sociales, vía memes, que dan cuenta de palabras mal escritas o inventadas, tal el caso de una pizarra que anunciaba: Almuezo, segondo, choleta y armondegas. O el de la ofrenda floral que decía Minesterio de Educación.
Están, además, las confusiones de padres de familia que encuentran en la libreta escolar de sus hijos la materia Técnica/Tecnología, sin que se sepa a ciencia cierta de qué se trata. Y hablando de aspectos científicos aparecen los sufridos profesores de física que en tres meses intentan enseñar su materia, comprimiéndola a reducidos conceptos, porque carecen de más tiempo ya que deben compartir su espacio educativo con química.
Así como éstos, hay otros ejemplos, resultantes de la reforma educativa, a pesar de que el primer mandatario de la nación dijo que la tasa de analfabetismo es del 2,7%, lo que representa unas de 260 mil personas que aún no saben leer ni escribir.
Empero, lo que debe analizarse es la calidad de la educación.
Una de las críticas de la Unesco al programa es que este no presta "mucha atención… a la aritmética y a la reflexión crítica" y da prioridad a los procesos de aprendizaje "un tanto mecánicos".
La alfabetización, más que aprender a leer y a escribir, debería ser una fuerza motora para el desarrollo sostenible ya que permite una mayor participación de las personas en el mercado laboral, reduce la pobreza y amplía las oportunidades de progreso durante la vida.
La autora es máster en comunicación social y periodista.
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