Carlos Mesa, al borde del abismo
A veces ya no sorprende la celeridad del Gobierno en los procesos en contra de opositores, pues sucede a menudo. Lo que sí indigna a más de una persona, es la forma en la que se ha instrumentalizado la justicia para perseguir a los que se oponen al Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Reproduciendo las palabras del expresidente Carlos Mesa: “La decisión del Fiscal General del Estado no es sino la confirmación de lo que está viviendo Bolivia: la criminalización de la democracia a través de este mecanismo que sustituye a la dictadura y que reemplaza los tanques y las ametralladoras por la persecución judicial”.
Tras la solicitud de un juicio de responsabilidades que realizó la Procuraduría General del Estado (PGE),en contra de Mesa ante la Fiscalía General del Estado por el caso Quibórax, se han cumplido a rajatabla los tiempos procesales. Esa es una prueba de la “voluntad” que ponen las autoridades cuando se trata de una persona que tiene un pensamiento distinto al del Gobierno.
Ayer se cumplió con el tercer paso de los siete que se deben seguir para el juicio de responsabilidades del expresidente Mesa y, pese a los nueve memoriales que interpuso la defensa del exmandatario, todo sigue su curso.
El andamiaje que construyó el Gobierno en contra de Mesa a raíz de un decreto de nacionalización, puso a la exautoridad al borde del abismo. Entonces, debemos reflexionar: ¿Realmente vivimos una nueva forma de dictadura?
Editora de Economía de Los Tiempos
Columnas de ENID LÓPEZ CAMACHO