No necesitamos un Fiscal General que solamente cumpla requisitos
Ante la inminente aprobación del reglamento de convocatoria para elegir un nuevo Fiscal General del Estado es momento de pensar que este es un cargo de atención urgente más que necesaria, pues se está ante la autoridad que perseguirá penalmente a los bolivianos los siguientes 6 años. Desde una perspectiva de Derechos Humanos, la figura de la fiscalía representa el primer paso para el alcance o la negación del acceso a la justicia, pues en esta figura recae la investigación de los delitos, la protección de la víctima y sobre todo la acusación ante los administradores de justicia, en otros términos depende en gran medida de los fiscales que los bolivianos podamos o no ejercer nuestro derecho a la justicia en materia penal.
Al estar lanzada la convocatoria todos los medios, la ciudadanía y las instancias políticas están concentradas en tener una lista de candidatos que "cumplan los requisitos para el cargo", sin embargo el acceso a la justicia requiere urgentemente que no sólo se hable de requisitos, sino de un perfil idóneo de postulantes. Este perfil obliga a tener candidatos que realmente sean especialistas y experimentados en el área penal; independientes de cualquier vinculación política actual o pasada; imparciales en la toma de decisiones, transparentes en sus actuaciones y con la capacidad de entender los problemas del Ministerio Público; todo ello acompañado de la capacidad de interlocución con la sociedad civil y sin temor de hacer públicas sus decisiones.
Necesitamos urgentemente un fiscal que no responda intereses particulares, sea capaz de abrirse totalmente el escrutinio público, rinda cuentas de sus actos y tenga la integridad moral y profesional para el cargo, por ello no necesitamos un Fiscal General que solo cumpla requisitos sino un fiscal que tenga el perfil idóneo para proteger nuestros derechos humanos.
El autor es especialista en derechos humanos y acceso a la justicia.
Columnas de RODRIGO GAZAUHI ESPINOZA