La libertad
La Gaceta de Buenos Aires publicó en 1810: "El Alto Perú será libre porque Cochabamba quiere que lo sea; y los bravos cochabambinos cuyos brazos no tuvieron antes otro ejército que el cultivo de la tierra, se emplearán en destruir a los tiranos. Congratúlense los Patriotas de ver a Cochabamba compitiendo en gloria y heroísmo con la misma capital y fundando la igualdad que debe haber entre todos los pueblos. Los ilustres hijos de Cochabamba, siempre firmes en la energía que hasta ahora han desplegado, serán un seguro apoyo de la libertad”.
Por otro lado, la cuarta parte del himno argentino dice: “¿No los veis sobre México y Quito arrojarse con saña tenaz? ¿Y cuál lloran, bañados en sangre Potosí, Cochabamba, y La Paz?”
Estos datos proporcionan un testimonio que muchos cochabambinos parecen haber olvidado y es que gracias a la Revolución de Cochabamba hemos logrado la independencia y libertad.
Escritos de entendidos en la materia indican que fue el primer estallido revolucionario producido en el Alto Perú, luego de sofocados los alzamientos de Chuquisaca y La Paz de 1809 contra las autoridades españolas. Tuvo lugar en el siempre recordado 14 de septiembre de 1810 y fue encabezado por Francisco del Rivero y Esteban Arze.
Doscientos ocho años después continuamos en la lucha. Tal vez no armada ni revolucionaria, en el estricto sentido de la palabra, pero proseguimos afirmando los ideales de la libertad.
El historiador Crane Brinton considera que el término revolución ha sido usado para referirse a tantos eventos que ha quedado reducido a cualquier cambio repentino; y expone que las sociedades invariablemente viven desórdenes mayores o menores.
Explica que todas las revoluciones, hechas en nombre de la libertad individual, concluyen privilegiando un gobierno eficaz.
En cuanto a la libertad, la Real Academia Española explica que es la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva. Es aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.
Se han producido numerosos debates filosóficos sobre la naturaleza de la libertad, las reclamadas diferencias entre los distintos tipos de libertad, y la medida en que la libertad es deseable.
En ese sentido, debemos reflexionar sobre el camino recorrido en estas dos centurias no sólo para recordar, mediante desfiles que provocan atascos monumentales en la ciudad, a los próceres, sino, sobre todo, para ver qué queremos conseguir en las próximas décadas.
La autora es magíster en comunicación social y periodista
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER