Verdad mal pagada
Verdades incómodas, noticias que no gustan a los gobernantes de turno. Salvajes incursiones y destrozos que pusieron en riesgo el patrimonio levantado con esfuerzo y dedicación, son ciertos momentos que han marcado 75 años de vida.
En los matrimonios, celebrar 75 años de unión equivale a las bodas de diamante, equiparando la durabilidad de la pareja con esta piedra extremadamente dura que, básicamente, se trata de un trozo de carbón sometido a altísimas temperaturas y presiones y que al cabo de los milenios ese pedazo negro, de poco valor, se transforma y adquiere gran cuantía.
Otras piedras no aguantan semejante presión; otras parejas no soportan descalabros financieros, infidelidades, ni otras pruebas, y no llegan a cumplir tantos años de unión.
Los Tiempos acaba de celebrar sus bodas de diamante. A simple vista pareciera no estar unido a alguien y no tiene pareja. Sin embargo está totalmente comprometido con sus ideales de honestidad, apartidismo y la tan ansiada libertad, al contrario de la independencia, pues su fundador, don Demetrio Canelas decía que “la palabra independiente tiene un sentido que sugiere cierta doblez calculada, cierta ausencia de determinación conciencial para estar al alcance de toda conveniencia. Este es un diario libre, lo que es algo diferente”.
Asimismo, este matutino va unido a la ciudad que lo vio nacer, con Bolivia y el mundo. Ha vivido momentos críticos y desafíos importantes como la transformación de su formato, además de ser un pionero en tener presencia digital en internet y redes sociales.
Por supuesto, como todo medio de comunicación, que se precie de tal, evita que sus páginas se transformen en un boletín de relaciones públicas, por lo que publica las noticias como suceden, le pese a quien le pese. De ahí que puede decirse que la verdad se paga mal y mejor pagado es el elogio, y son muchos quienes buscan la alabanza y al no encontrarla lanzan epítetos y denuestos contra Los Tiempos.
Pero ante esos atropellos, cabe preguntarse si vale la pena estar casado con un mentiroso, aprovechador y oportunista o sería mejor estar unido a quien asegurará una unión fuerte y estable, a un alto precio, llamado verdad y que está allí, dispuesta a mostrarse sin máscaras.
La sobrevivencia del periódico depende de múltiples factores, el más importante es el apoyo de su sociedad. Se ha preguntado: ¿qué pasaría si Cochabamba se queda sin Los Tiempos?
La autora es magíster en comunicación social y periodista
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER