“No son todos los que están ni están todos los que son”
Una vez más, nuestra reivindicación marítima reúne a moros y cristianos. Ante el anuncio de que el próximo 1 de octubre los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunciarán sobre la demanda presentada por Bolivia en contra de Chile, el Presidente del Estado tuvo el buen tino de convocar a varios expresidentes y cancilleres a un encuentro en el nuevo rascacielos presidencial para reflexionar sobre las acciones a adoptar en el futuro.
Antes de continuar quiero curarme en salud. Soy de los ciudadanos a los que desde un principio entusiasmó el cambio de estrategia hecho por el Primer Mandatario en este campo y tengo el convencimiento de que si él mantiene su promesa de no utilizarlo como arma de política interna, aumentan las posibilidades de éxito.
Retomando el tema, como es costumbre en este tipo de eventos abundaron las fotografías y gracias a ellas es posible sostener aquello de que “no son todos los que están ni están todos los que son”. Comencemos por la positiva.
Los que son: el anfitrión, acompañado del Vicepresidente, el canciller Diego Pary y los excancilleres David Choquehuanca y Fernando Huanacuni, y el director de Diremar. Los exmandatarios Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga y Carlos Mesa, y los excancilleres Carlos Iturralde, Javier Murillo y Gustavo Fernández. Todos ellos tuvieron que lidiar, a su turno y en diferentes circunstancias, con Chile y fueron acumulando una importante experiencia
Los que no son: por un lado, los ministros de ¿Justicia? y de la Presidencia. En el primer caso, porque de acuerdo a muchas versiones su papel en el equipo negociador ha sido poco feliz, al punto que algunas ocasiones casi provocó el desbande de los profesionales encargados del caso (por ahí creyó que los jueces de La Haya actúan como los que le responden en el Órgano Judicial Plurinacional), e internamente, porque, además de una serie de iniciativas autoritarias, acaba de perder un litigio con la empresa Quiborax, que demandaba al Estado una indemnización de tres millones de dólares y se terminó pagándole más de 40 millones de dólares y, al ser ministro del área judicial del gobierno, tiene responsabilidad en el caso que ahora ha copado la atención ciudadana del médico sentenciado siendo inocente. Respecto al ministro de la Presidencia, no se le conoce experiencia en el tema por lo que su presencia se justificaría como secretario de actas. Además, ambos tienen un común denominador: ya han adelantado su criterio de que el Presidente debe violar la CPE y mantenerse en el poder incluso utilizando el tema del mar a su favor.
Por el otro lado, el general Guido Vildoso, que fue dictador y soporte del gobierno de García Meza, pero le tocó, por cuestiones del azar, entregar el poder al Presidente Hernán Siles Zuazo, y que éste, dando una nueva prueba de su calidad humana, impidió que sea abucheado por la multitud el 10 de octubre de 1982 en la plaza Murillo.
Los que no están: la más notoria, pero también explicable, ausencia fue la de ex Presidente Eduardo Rodríguez, delegado del país ante la CIJ, quien seguramente ante la proximidad del fallo no podía ausentarse de la sede de sus funciones. También faltaron el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en cuya primera gestión se logró un éxito mediático en Chile, muy similar al que obtuvo Carlos Mesa, cuando fue entrevistado por la entonces más famosa conductora de la televisión de ese país, y el excanciller Antonio Araníbar Quiroga. Ambos tuvieron que enfrentar una diplomacia implacable, dirigida por el halcón José Miguel Insulza, y lograron abrir importantes espacios para difundir la demanda boliviana en Chile.
Al margen, hay que insistir en que encuentros de esta naturaleza devuelven optimismo a la ciudadanía, pues muestran que es posible subordinar las divergencias político-ideológicas a la atención de temas fundamentales. Y ojalá que la confluencia de criterios ante un objetivo de tanta prioridad como es recuperar una salida soberana mar, se amplíe a salvar y rescatar el sistema democrático frente a cada vez más descabellados intentos por sepultarlo.
El autor fue director de Los Tiempos
Columnas de JUAN CRISTÓBAL SORUCO QUIROGA