Lampe, el arquero: un orgullo boliviano
Los fuegos iluminan el Obelisco, el monumento más significativo de la capital argentina (izq.). El partido de Boca del jueves por la noche puso en vilo a muchos bolivianos porque el triunfo y clasificación de este plantel significaban el traslado del arquero boliviano Carlos Lampe a las filas del afamado equipo argentino.
Las reacciones de los hinchas en las redes fueron varias y van desde las más jocosas por la creatividad que caracteriza a la picardía criolla, a las más sentidas y de aliento que apuntaron sus familiares y allegados.
“Por qué no fue Lampe a La Haya para atajar la goleada en la CIJ”, escribió alguien en Facebook. Otro anotaba la poca autoestima de los bolivianos al hacer tanta barra por un simple arquero cruceño. También estuvieron los “gauchos” preguntándose quién es ese Lampe y, seguramente, al “googlearlo” pillaron los videos de sus hazañas y su performance, y varios comenzaron a tuitear: “Es un arquerazo”.
Regocijante el logro del arquero de la selección, pero lamentable que casos como éste, que es un sueño convertido en realidad, todo un ejemplo para los jóvenes, ocurran casi como una excepción.
Esto es el ejemplo de los resultados que da una vida entregada a buscar la excelencia en lo que se hace.
Lampe es el ejemplo del verdadero arquitecto de su vida: tan brillante como humilde y exitoso.
Luz Marina Canelas Arze
Directora de Los Tiempos
Columnas de LUZ MARINA CANELAS ARZE